En el día de la fecha, en el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N° 9 de Capital Federal, dará inicio el juicio contra los acusados de asesinar a disparos al diputado de la UCR por La Rioja, Héctor Olivares y al catamarqueño Héctor Yadón, en un debate en el que se escucharán los testimonios de alrededor de 90 testigos.

En su requerimiento de elevación a juicio, la fiscal que investigó la causa, Estela Andrades, pidió que sean juzgados como coautores de “doble homicidio agravado por haber sido cometido con alevosía y por placer”, así como también “por el empleo de un arma de fuego”, en concurso real con portación de arma de guerra. 

Los dos imputados por este delito que prevé pena de prisión perpetua, se encuentran con prisión preventiva a la espera del debate oral. En el momento que se desarrollaron los hechos, el 9 de mayo de 2019, cerca de las 7 de la mañana; ambos habían estado consumiendo alcohol y cocaína. 

Modalidad mixta

Por la situación epidemiológica actual, el debate se desarrollará con modalidad mixta, es decir que  algunos de los actores estarán presentes en la sala y el resto por videoconferencia. Puntualmente,  solo estarían presencialmente en la sala los acusados del hecho y sus abogados defensores. El resto de los imputados, las  querellas y los testigos, presenciarán el debate de forma virtual. 

Homicidio 

El crimen de Olivares (61) y Yadón (58) ocurrió el día mencionado, cuando los hombres hacían  su caminata matutina habitual por la plaza del Congreso Nacional.

A las 6.50 horas, al pasar delante de un Volkswagen Vento que se encontraba estacionado detrás de un colectivo sobre avenida de Mayo entre Luis Sáenz Peña y Virrey Cevallos, les efectuaron varios balazos.

Yadón cayó muerto de tres disparos -uno en cuello, otro en axila y el tercero en la pelvis-, mientras que Olivares recibió un tiro en el abdomen que lo dejó herido de gravedad y falleció tres días después.

Los imputados principales son los primos Juan Jesús “Mohamed” Fernández (43) y Juan José Navarro Cádiz (26), ambos de la comunidad gitana.

Todo el derrotero de Fernández y Navarro Cádiz, desde que llegaron a la plaza hasta que escaparon, quedó grabado en videos de 80 cámaras de seguridad que fueron recopilados y analizados por detectives de la División Homicidios de la Policía Federal.

En sus indagatorias, los primos reconocieron haber estado en el auto con el arma homicida, una pistola Bersa Thunder calibre .40 con mira láser, aunque se echaron la culpa uno a otro respecto a quién fue el ejecutor de los disparos.

7 imputados más

La fiscal y el juez también enviaron a juicio a otros siete imputados, aunque todos por delitos menores.  Por un lado, las hermanas María Rosa Cádiz Vargas (47) y María Argentina Cádiz Vargas (51), madre y tía respectivamente de Navarro Cádiz, junto a Juan Jesús Fernández Cano (20), hijo de Fernández, quedaron procesados por “tenencia de arma de guerra”.

A ellos se los acusa de haber retirado el arma homicida que había quedado tirada dentro del auto Vento de Fernández.

También responderán por “tenencia ilegal de armas” la esposa y el padre del presunto tirador, Rocío Michel Montoya (21) y Miguel Navarro Fernández (56), respectivamente, y Luis Cano (65), allegado a los imputados.