María Laura y Marta Romina Nieto son dos hermanas emprendedoras que llevan adelante una pañalera y denunciaron a inicios de la semana que fueron estafadas por más de $45.000 por un pedido de bolsones de pañales que nunca se les abonó y la recarga a celulares por el monto de $5.000. Todo habría tenido su inicio con una llamada de un hombre que se presentó como el candidato a concejal Germán Kraneviter y por ciertos detalles relacionados a la estafa que sufrieron, sospechan que la maniobra delictiva fue obra de punteros políticos.

María Laura, en diálogo con El Esquiú.com, indicó que a causa del episodio, su hermana -que está embarazada- sufrió un pico de presión, por lo que ella relató los hechos. “Ella (la hermana) el lunes pasado recibió un llamado por parte de una persona que se presentó como Germán Kranevitter, quien la citó para entregar pañales por un monto de $42.000 en las instalaciones de Desarrollo Social, pero cuando estaba en camino, la llaman y le dicen que lleve el pedido a inmediaciones de la Escuela Redonda (zona norte)”, donde habría entregado la mercadería a una mujer, quien le aseguró que ya tenían sus datos y la parte contable se encargaría de abonar lo acordado.

“Esta mujer y los que la acompañaban eran militantes y tenían  remeras del movimiento, por lo que mi hermana confió”, explicó, agregando que le informaron que se trataba de una donación para  el Comedor La Luciérnaga.

“Después le dijeron que se dirija a otro punto, pero quien debía presentarse jamás llegó y en el medio, le pidieron que cargue crédito a cinco números de celular”, lo cual la mujer hizo, ya que se le informó que luego se le abonaría la totalidad del monto.
En la continuidad de su relato, la mujer -que también se desempeña como docente- indicó que tras numerosos llamados efectuados y de ser ambas bloqueadas por los celulares involucrados, obtuvieron como respuesta que se dirijan al Pabellón 7 del CAPE y hablen con el abogado Alexis Burgos. “Simplemente nos dijo que hagamos la denuncia pero que la causa no iba a llegar nunca a nada”, expresó indignada.

“Nos aseguran que fue una estafa que provino del Servicio Penitenciario, pero cuando vemos por WhatsApp los teléfonos a los que mi hermana les cargó crédito, en sus fotos de perfil y estados hay imágenes de militantes, de la campaña y logos del PJ. Son punteros políticos”, dijo.

La mujer expresó: “Sospechamos fuertemente que la estafa vino de parte de punteros políticos de barrios periféricos, dedicados a la dádiva y la amenaza para colectar votos. Radicamos denuncia penal en Unidad Judicial N°7, y tratamos de acelerar todo lo posible aportando pruebas”, dijo. “Lo que nos molesta es el estado de indefensión al que nos exponemos como trabajadoras. A estas alturas ya no es por la plata, si bien nos significó una pérdida enorme, sino la impotencia por que sucedan estas cosas”.