Un pueblo enardecido pide justicia y esto se replicó en la ciudad Capital, donde un gran número de manifestantes se autoconvocó para pedir justicia por Eugenia Olivera (37), una joven madre de tres hijos que desapareció en julio pasado. Su pareja, Eliseo Guerrero, el principal sospechoso, quien está detenido por el hecho, se presume podría haberla asesinado e incinerado su cuerpo.

Mientras se intenta identificar los restos humanos hallados a 22  kilómetros de la cabecera departamental, la Justicia envió un contingente del cuerpo de Antropología Forense del Poder Judicial para colaborar en la escena del crimen.

Por su parte, un grupo de manifestantes se concentró frente a la Comisaría Departamental. Una de las mujeres manifestó su repudio ante tamaño hecho que enluta a nuestra provincia. “Estamos pidiendo justicia. Yo le conté a mi hermana que hablé con él (por el detenido Eliseo Guerrero). Fue el último domingo del mes de julio, luego de que la había ido a buscar para que me diera turno con el oculista. Ese asesino me dijo que la había llevado a Santa María y que luego Eugenia se había ido de vacaciones a Tucumán, donde la habían aislado porque estaba con Covid-19 y que estaba mal, porque creía que había muerto”, relató a Catamarca en Cana.

Aparentemente, tras la desaparición, Guerrero continuó haciendo vida normal, aduciendo entre otras cosas que Eugenia los había abandonado.

La víctima fue contactada por última vez el 16 de julio pasado, sus amigas publicaron en las redes sociales su desaparición y la Justicia actuó de oficio. El único sospechoso es Eliseo Guerrero, padre de los hijos de Olivera.

Si bien hay indicios fuertes de que los restos hallados en la ruta provincial N° 46 serían de Eugenia, todavía no está confirmado científicamente, es por ello que desde la Fiscalía se solicitó la colaboración mientras avanza con la investigación.