Una joven denunció que este fin de semana fue víctima de un abuso sexual en momentos en que compartía una reunión entre “amigos”. Aseguró que sintió una descompensación, por lo que se recostó en un dormitorio de la casa donde se llevaba a cabo la juntada, cuando uno de los jóvenes que tomaba parte de la fiesta  se aprovechó de su situación de vulnerabilidad y la manoseó.
Fuentes judiciales indicaron que la presunta víctima, de 27 años, radicó la denuncia sobre el hecho identificando al sospechoso en horas del mediodía del domingo en la Unidad Judicial N°6.

De acuerdo a su relato, se reunió con un grupo de personas, varones y mujeres en un domicilio ubicado en la zona sur de la ciudad, en una reunión que comenzó en la noche del sábado y se extendió hasta la mañana del domingo.
En la denuncia, expresó que en la reunión abundaba el consumo de bebidas alcohólicas y todo marchaba de manera normal, hasta que en determinado momento de la madrugada comenzó a sentirse mal, por lo que se recostó en una cama para recuperarse.

Encontrándose algo desvanecida, habría sentido, sin embargo, que una persona se acercaba a ella, intentando abrazarla y besarla, a lo que ella se negó.

El sujeto, sin embargo, prosiguió en sus intentos de mantener relaciones sexuales con ella, llegando a tocar sus partes íntimas.
Al notar que el individuo continuaba con el ataque a pesar de sus negativas, la  joven empezó a gritar, lo que llamó la atención del resto de las personas que tomaban parte de la reunión.

Uno de los presentes llamó de inmediato a la policía, que se presentó en el inmueble a los minutos, aunque el sospechoso ya se había marchado del lugar al arribo de los efectivos policiales.

Sin consentimiento

De acuerdo a la página web ONU Mujeres, el consentimiento nace de un sentimiento de motivación. Si la persona acepta mantener relaciones sexuales, pero transmite preocupación o inseguridad, no hay consentimiento.
“No”, “no lo sé” o un silencio tampoco se consideran sinónimos de consentimiento.
El consentimiento se debe dar sin presiones y es un delito engañar, forzar o amenazar a alguien para que diga que sí. A su vez, nadie puede dar su consentimiento si está inconsciente o en un estado mental alterado, por ejemplo, bajo los efectos del alcohol o las drogas.