En la madrugada del domingo se informó un violento ataque contra un grupo de mujeres a la salida de un boliche de la zona conocida como Alto Fariñango. Una de las víctimas resultó con más de diez puntos de sutura en el rostro, de una herida realizada con un arma blanca.

Según comentaron las denunciantes, la agresión resultó de una serie de enfrentamientos que vienen manteniendo con personas que les propinan amenazas y robos, que ya fueron oportunamente denunciados. Como medida, la Justicia impuso una restricción perimetral.

En diálogo con El Esquiú.com, Nancy Castaño comentó lo ocurrido en avenida Arnoldo Castillo, a la altura de la rotonda, alrededor de las 5.40 de la madrugada del domingo. “A la salida del boliche, llegando a la rotonda, me fui a acompañar a dos amigas hasta ahí, que son chicas trans también, y vi que se les fueron cuatro chicas, a las que ya habíamos denunciado anteriormente. Se les fueron a mis amigas y me acerqué a preguntarles qué era lo que estaba pasando. En eso, Nahiara Guerrero, que es la chica que le dicen ‘La Riojana’, me cortó el rostro y al querer defenderme, me cortó también el dedo con una trincheta. Me cortaron en ambos lados de la cara, son alrededor de doce puntos en total los que recibí”.

La noche de la agresión, según comentó Nancy, las agresoras también se encontraban en el boliche. Las mujeres informaron a la consigna policial la situación y este les respondió que no podía hacer nada. “Nos dijo que si había un problema entre nosotras, llamemos a un familiar que nos busque en la salida. Hay una perimetral y no hicieron nada”. Posteriormente, sufrieron la agresión.

Tras recibir las curaciones por las heridas, el grupo de chicas trans agredidas se trasladó hasta la Comisaría Séptima a realizar la denuncia y se encontraron con una de las agresoras, quien volvió a amenazarlas en las afueras.

Motivos del conflicto

Los cruces entre los grupos de mujeres trans, como ellas solicitaron que se las mencione, vienen desde hace meses y tiene como trasfondo la permanencia en lugares en horarios nocturnos. Esto ya habría generado un sinnúmero de denuncias que desembocaron en una restricción perimetral que no fue suficiente para impedir el violento hecho ocurrido en la madrugada del domingo pasado a la salida del local bailable.

En diálogo con este diario, Nancy solicitó que se haga pública esta situación, a la que calificó de “lamentable”: “Es una realidad que está ocurriendo y generando todos estos problemas”.

En relación con las denuncias anteriores que realizaron las víctimas contra las mujeres, que según manifiestan se reiteraron en la madrugada del domingo, obedece a amenazas. “Nos dijeron que nos iban a agarrar a mis amigas y a mí, el problema viene desde hace bastante. Ninguna de por sí quiere trabajar para Viviana Figueroa, porque ella piensa que tenemos que trabajarle para ella y pagarle. Y como no lo hacemos, atacaron a una amiga, le robaron el celular, todo el dinero que llevaba encima y la dejaron casi desnuda en plena calle”.

En diálogo con El Esquiú.com, Nancy comentó una serie de denuncias que hay realizadas por este conflicto que lleva varios meses. Según cuenta, “los ataques son recurrentes”. “Se dan en las paradas donde nosotras trabajamos, en la vía pública. Van y quieren cobrarte por estar en ese espacio. Desde hace dos semanas venimos con esto, ya tenemos más de 16 denuncias y la Justicia no hace nada. Hoy -por ayer- se sumaron más denuncias de chicas que fueron golpeadas. Lamentablemente esta es una realidad que está pasando, se quiere convertir en el fiolo de Catamarca esta mujer, Viviana Figueroa, quiere quedarse con las paradas”.