Ayer, en el Juzgado Correccional N° 2, el juez Diego Chaile Costilla encontró culpable a Gassan Iasías Quintar por homicidio culposo y lo condenó a la pena de tres años de prisión efectiva. Durante el debate quedó evidenciado que un triángulo amoroso habría sido el detonante del desenlace fatal que terminó con la vida de Rodrigo “Gokú” Aguilera, el 16 de agosto de 2015 en Tinogasta.

A más de siete años, el grave hecho de tránsito, que estuvo a punto de quedar sin responsables, finalmente encontró algo de justicia para la familia de la víctima debido a que el ahora condenado no irá a prisión hasta que la sentencia quede firme. Así lo determinó el magistrado, quien además lo inhabilitó para conducir cualquier tipo de vehículo por el término de ocho años.
Aquel fatídico día, alrededor de las 8.30, en la Ruta Nacional Nº 60, Quintar se conducía en su auto Peugeot 207 con sentido norte - sur y sobrepasó a Aguilera en un lugar prohibido para luego girar en dirección a una calle, lo que provocó que este quedara encerrado, saliera a la banquina y volcara.

Según se pudo conocer, Aguilera salió despedido del habitáculo y no murió en el acto, según los testigos que lo vieron, al menos, no sin antes ser filmado por el mismo condenado, quien habría detenido su marcha en una calle de tierra y regresó para “hacerse pasar por testigo” y ver agonizar a quien en ese entonces era la actual pareja de su exnovia, Emilia Cuello.
Todo había comenzado horas antes, cuando Aguilera y Cuello estaban en un local bailable. Por supuesto, Quintar nunca los perdió de vista y estaba al acecho, más aun cuando la joven pareja se fue a un after, donde estuvo hasta el amanecer.
Allí es que, según se ventiló en el debate, el joven apodado “Gokú” decidió llevar a Cuello a una casa ubicada en la localidad de Santa Rosa, en Tinogasta. Al regresar, habría sido perseguido por el ahora condenado, quien en una maniobra imprudente impactó el automóvil de “Gokú”, este perdió el control, volcó y falleció producto de las graves heridas.

Al principio de la investigación, la exfiscal de Tinogasta lo tomó con un hecho de tránsito. Así habría estado la causa por cinco meses, hasta que una perito, quien realizó la inspección en el lugar del hecho, sembró la duda al considerar que “algo raro” había ocurrido.

Todos los demás elementos fueron aportados por la familia de la víctima, que contrató un perito de parte, el cual investigó las circunstancias del siniestro y llegó a la conclusión de que la maniobra habría sido provocada por un factor externo.
Hasta que eso ocurrió, Quintar ya se habría mudado de Tinogasta y se encontraba viviendo en la ciudad Capital. El automóvil que era bordó al momento del siniestro vial fatal fue secuestrado por la policía en un taller de chapa y pintura, ahora de color verde.

Al principio de la investigación, la joven Cuello habría sido clave para esclarecer el hecho, ya que declaró que hasta ese entonces su expareja le mostró el video y la responsabilizó por lo ocurrido.

Durante el debate la joven se contradijo, pero admitó que tiempo después regresó con Quintar, con quien tiene un hijo.
En el juicio, tanto la joven como su pareja Quintar, ahora condenado, declararon que fueron hostigados por los familiares de la víctima, quienes incluso llegaron a enviarles fotografías de la tumba de “Gokú” en las que la propia madre les mencionaba: “Miren dónde tengo que ver a mi hijo”.

Si bien la fiscal Olga Pereyra pidió cuatro años de prisión efectiva, también consideró que la pena fuera efectiva al momento del veredicto, aunque el juez terminó por diferir el cumplimiento hasta que la sentencia quede firme.
Por su parte, la querella, ejercida por el abogado Daniel Ortega, fue más allá y pidió cuatro años y medio de prisión.