Claudia Véliz, a diez años de la muerte de su hijo Diego Pachao

“Para mí, la justicia no existe”

La mujer relató lo que ocurrió con su hijo Diego en marzo de 2012.
domingo, 10 de abril de 2022 00:36
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En un relato cargado de impotencia y dolor, Claudia Véliz, madre de Diego Pachao, habla sobre lo que ocurrió aquel día de marzo del año 2012 en el que el joven de 20 años salió de su casa y nunca más regresó.


“Diego era un chico cariñoso, humilde, pura sonrisa; trabajador, solidario, era puro amor. Estaba siempre para quien lo necesitaba y mayormente si se trataba de los amigos y la familia”.


En la entrevista que brindó a El Esquiú.com, Claudia asegura que nunca antes le dieron el espacio que ella muchas veces pidió para contar su versión: “La gente confunde, se deja llevar por lo que dicen algunos medios de comunicación y no es así. Tergiversan las noticias según su conveniencia y sus acuerdos y así confunden a la sociedad. A través de este medio quiero que la sociedad sepa que mi Diego no fue arrestado por una pelea callejera, mi Diego fue arrestado por evitar que la policía le pegue a su amigo. Mi Diego no le hizo nada a nadie”.


Durante más de una hora y entre ahogos de llanto Claudia, por fin, contó su historia:


“El 11 de marzo de 2012 Diego salió en búsqueda de su amigo Leonel González, porque horas antes este chico había protagonizado una pelea. En las inmediaciones del Circuito la Vida, la policía detiene a González, quien llevaba un cuchillo, y comienzan a patearlo. Mi Diego, al llegar al lugar, lo único que hace es pedir que dejen de pegarle a su amigo. Uno de los uniformados dispara un tiro al aire y por eso mi hijo levanta las manitos. Ese es el único motivo por el que lo arrestan. Lo privan de libertad sin razón. Desde ese momento la policía comete un delito.


”Mi Diego no tenía ninguna causa, no conocía una comisaría”, continúa. “Ese día se lo llevaron a la Séptima por la fuerza y lo ingresaron a una habitación oscura donde no se veía nada, antes de pasarlo a una celda común”. Claudia asegura que los demás arrestados le rebelaron al padre de su hijo que en ese momento se oyeron en la dependencia policial gritos estremecedores.

“Quiero aclarar que durante la revisión médica de rutina, el médico Duilio Gallo Canciani aseguró que mi hijo presentaba buen estado de salud”. Entonces pareciera que los golpes mortales vinieron después: “Queriendo quitarle el celular, los policías comenzaron a pegarle patadas a Diego y lo agarraron de los cabellos reiteradas veces. Mi hijo se descompensó y lo tiraron a un patio interior de la comisaría. Le arrojaron agua para componerlo. Lo abandonaron”.


Pasadas algunas horas, y ante el desconocimiento de lo que ocurría con su hijo, Véliz cuenta que se presentó en la comisaría pidiendo información: “Según yo entendía, pasadas las 12 horas debían darle la libertad, entonces fui a retirar a mi hijo. En la dependencia policial me dijeron que él estaba ahí pero que no iban a liberarlo, que debían pasar 24 horas. Mientras tanto, González, el amigo de Diego que tenía causas anteriores y que en esa oportunidad había sido arrestado con un cuchillo en su poder, ya estaba libre”.


Claudia dice que pidió explicaciones al oficial a cargo y a la agente que se encontraba en la comisaría en ese momento y solo recibió evasivas. Cuenta que recién cuando llegó una ambulancia le informaron que su hijo estaba con fiebre, vómitos y que por eso lo iban a trasladar al Hospital San Juan Bautista.


“Yo retiré a mi Diego de la comisaría, lo sacaron en camilla con el torso desnudo y el pantalón todo mojado. Estaba inconsciente y tiritaba. Tenía sangre pegada en la nariz y el pecho. Mientras lo subían a la ambulancia, lo toqué y le hablé pero él no reaccionó”.
Lo próximo que Claudia supo fue que su hijo tenía muerte cerebral y que era cuestión de tiempo para que su corazón dejara de latir. Así le informaron los médicos que atendieron a Diego Pachao en el Hospital. Días después, el joven falleció.


“Por no asumir la responsabilidad que tenían los policías, los fiscales insinuaron que mi hijo falleció porque sufría una malformación congénita, un aneurisma y que usaba estupefacientes. Luego de esperar tres meses, el resultado del estudio anatomopatológico dio negativo. Nosotros sabíamos que mi Diego no tenía nada de eso. Mi Diego era un chico sano. Pero siguieron extendiendo los plazos, dilatando el procedimiento”.


Luego de tomar un poco de agua y de secarse las lágrimas de los ojos, Claudia agarró un folleto de entre los papeles que tenía en la carpeta que mantuvo junto a ella durante toda la entrevista y pidió que los nombres de los policías que ella asegura fueron los responsables de la muerte de su hijo sean nombrados en la nota: “Comisario Rafael Dionisio Méndez, subcomisario Ramón Ariel Quevedo, el suboficial Gustavo Eduardo Bulacio, el suboficial Pedro Ilario Moya; los agentes Ricardo Darío Barrera, María del Carmen Guadalupe Acevedo, Ricardo Varela, Jorge Duilio Montivero, José Daniel Sotomayor y Claudio Nieva”.


Por último, Véliz agregó: “Quiero que los policías que le hicieron esto a mi Diego paguen con su vida tras las rejas. Están imputados por vejaciones e incumplimiento de los deberes de funcionario público y eso es una imputación leve para la gravedad de lo que hicieron con mi hijo. Nosotros pedimos que cambien la imputación a tortura seguida de muerte pero nunca nos hicieron lugar. Torturaron y mataron a mi hijo, sí lo hicieron. Los policías lo hicieron”.


El pasado mes de marzo se cumplieron diez años de la muerte de Diego Pachao y Claudia Véliz lucha por que se sepa la verdad que ella asegura es la única. Si bien la Cámara Penal Nº 2 confirmó el tribunal que juzgará la causa, todavía no hay fecha para el debate.


“Lo único que necesito es que este proceso termine. Que termine por la memoria de mi hijo, por el respeto que él y la familia se merecen. Nadie me va a devolver a mi hijo y el dolor por eso me lo voy a llevar a la tumba, pero necesito que los responsables tengan la condena que merecen”, concluyó la madre del joven.

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