En el marco del proceso de reenvío que ordenó revisar las absoluciones que recibieron tanto el exjuez federal Santiago Olmedo de Arzuaga como otras cinco personas al final del juicio de la denominada “Megacausa III” en diciembre de 2017, se conoció  ayer que el  magistrado fue condenado  a la pena de 6 años, por haber cometido delitos de lesa humanidad en Santiago del Estero.

La Justicia consideró a Olmedo de Arzuaga como autor de los delitos de “omisión agravada de hacer cesar la detención ilegal” y “violación de deberes de funcionario público”, en concurso ideal, en perjuicio de Mercedes Cristina Torres, Gladys Lois, Sara Alicia Ponce y Miguel Ángel Cavallín.

De esta manera, se condenó por primera vez en Santiago del Estero a un juez de la dictadura cívico-militar. A su vez, también fue condenado a la pena de 3 años y 2 meses de prisión el agente civil Raúl Silva.

Además, el Tribunal Oral Federal de Santiago del Estero condenó a los exagentes del DIP Juan Felipe Bustamante (12 años), Roberto Díaz (10 años) y Roberto Ledesma (10 años).

Por otra parte, Jorge Alberto D’Amico fue absuelto por el caso del desaparecido Hugo Vega y Roberto Díaz por el caso del Dr. Ricardo Abdala Auad.

Lucha

“Seguiremos luchando para que ni un genocida quede sin juzgar y ni una víctima sin justicia”, resaltaron desde la Asociación por la Memoria, la Verdad y la Justicia de la provincia, tras las sentencias.

Cabe mencionar que en la Megacausa III se juzgaron delitos de torturas, prisiones ilegales, homicidios y abusos sexuales contra 38 víctimas, 14 de las cuales permanecen en condición de desaparecidas, en hechos ocurridos durante el período comprendido entre 1975 y 1983. 

El 19 de abril se hará la lectura de los argumentos del fallo, indicó el Tribunal por secretaría, tras lo cual el presidente Abelardo Basbús dio por concluido el debate.

Caso María Soledad

Santiago David Olmedo de Arzuaga tiene hoy 75 años y ejerció como abogado desde 1971, mayormente en la magistratura judicial en Santiago del Estero.
Fue designado de manera irregular para ser uno de los jueces que llevaría adelante el segundo juicio por el crimen de María Soledad Morales.
El presidente del tribunal que condujo el primer juicio, Alejandro Ortiz Iramaín, renunció denunciando que el gobernador Arnoldo Castillo le exigía que condenara a Luque, advirtiéndole que estaría “en el horno” si no lo hacía. Arzuaga, que también fue docente de la Universidad Nacional de Santiago del Estero, era integrante de la Cámara del Crimen de Primera Nominación en Santiago del Estero, y en la reestructuración del Poder Judicial encarada por el gobernador Carlos Juárez no tuvo acuerdo del Senado y quedó cesante.
El juez encontró cobijo en Catamarca y cumplió con la misión que se le encomendó: condenar a Luque.n