Ayer a la mañana, el juez de Control de Garantías de la Quinta Circunscripción Judicial con asiento en Tinogasta, confirmó la detención de la pareja acusada de asesinar y descuartizar a Luis Adrián Ramos (43) en un brutal hecho de sangre ocurrido en Santa Rosa, Tinogasta, el pasado 10 de abril.

Aunque según se especula y trascendió con respecto a las líneas de investigación que lleva adelante el fiscal Jorge Barros Risatti, la acusada Luján de los Ángeles Robledo (18) habría colaborado con el encubrimiento del crimen, tanto ella como su pareja de 19 años, Matías Córdoba, responden por la misma imputación: “homicidio agravado por criminis causa y robo”.
La imputación implica que los sospechosos habrían actuado dando muerte a la víctima para tapar los rastros de un robo, aunque se presume que, además de sustraerle a Ramos sus pertenencias -consistentes en una motocicleta y su celular-, se habría dado una discusión de índole sentimental y Ramos habría amenazado a Córdoba con contarle a Robledo de la existencia de su relación.

Tras el hecho de sangre, que presuntamente habría ejecutado Córdoba con un destornillador, los jóvenes habrían actuado desmembrando el cuerpo del empleado de la mueblería utilizando distintas herramientas, para luego colocarlo en bolsas de consorcio, las que, en parte, colocaron en una bodega abandonada en el paraje Cachiyuyo.

Además del material probatorio que se recabó en el marco de la causa, sumado a los testigos, otro elemento de importancia para la investigación es el material fílmico que registró a la joven pareja luego de dejar estacionada la moto de Luis Adrián en cercanías a su lugar de trabajo, ya que cámaras de seguridad los captaron la noche de los hechos. En dichas imágenes, los jóvenes se veían apaciblemente caminando por la vereda.

Marcha

Mientras tanto, en horas de la mañana de ayer se concretó una marcha por las calles de la ciudad de Tinogasta para pedir justicia por el hombre asesinado. Érika Ramos, hermana de la víctima, en diálogo con radio El Esquiú 95.3, comentó que mediante la manifestación exigen que tanto Córdoba como Robledo reciban la pena máxima. “Es un pueblo tan chico y es increíble que tengamos que pasar por esta situación, es un dolor muy grande para toda la familia”, expresó Érika, y agregó que los sospechosos deben permanecer tras las rejas, ya que “mañana o pasado podemos ser víctimas otro de nosotros”.
“Adrián no se merecía que le hayan hecho eso. Era una persona buena, humilde. Ellos ahí adentro están como reyes, (…) las leyes favorecen a los violadores y a los asesinos. Vamos a seguir haciendo marchas para que se haga justicia y que paguen estos asesinos”.

La manifestación se llevó a cabo en el centro de la cabecera departamental tinogasteña y desembocó en el Juzgado de Faltas.