Daniela González y Antonio Olivera comenzaron ayer a ser juzgados por quitarle la vida a su bebé de cuatro meses en hechos que ocurrieron entre Tinogasta y La Rioja en 2019.

El debate, por el que ambos responden por “homicidio agravado por el vínculo”, dio inicio ayer en la Cámara Penal N°3 con la declaración de los dos acusados, quienes se responsabilizaron entre sí por los hechos que desembocaron en el fallecimiento de la criatura.

Ante los jueces Jorge Palacios, Marcelo Soria y Patricia Olmi, los acusados contaron su versión de la historia.
La madre, por un lado, manifestó que no se encontraba en el domicilio cuando la bebé comenzó a convulsionar y que en el hospital le dijeron que esta escupió un líquido verde. Esto, sumado a que Olivera le habría dicho que dudaba que la niña sea su hija biológica, le hizo concluir que él fue el responsable de la muerte de manera intencional.

A su vez, el hombre dijo que la culpable sería la mujer, ya que había notado que la beba presentaba señales de violencia, a lo que ella le habría respondido que se golpeaba ella misma en el coche por ser inquieta.

Tras estos testimonios y los de ocho testigos más, los jueces pasaron a un cuarto intermedio.
Cabe recordar que el 22 de abril de 2019, la pareja oriunda de Tinogasta llevó a la beba en delicado estado de salud hasta un nosocomio ubicado en Aimogasta, desde donde fue derivada a un hospital de mayor complejidad ubicado en la capital riojana.

Pese a los esfuerzos médicos, la bebé falleció, y al realizársele una revisión médica, se concluyó que tenía fracturas y contusiones en distintas partes de su cuerpo, específicamente en su zona craneal, por lo que se abrió la investigación que apunta a los progenitores.