Ayer a la mañana se llevó a cabo la audiencia de cese de prisión preventiva para Lorenzo Antonio “Tito” Quiroga, imputado por asesinar a Elba Ibáñez en Fiambalá en marzo de 2019. Al haberse vencido todos los plazos estipulados por la ley para la prisión preventiva del acusado, se determinó que quede en libertad hasta que se lleve a cabo el juicio.

“El Tribunal lo excarcela con restricciones porque se cumplió el máximo de tiempo legal para que se haga el juicio, que ya estaba más que cumplido, porque fue detenido en marzo de 2019. Esto significa que la Justicia de Catamarca no ha podido en más de dos años juzgar a un acusado de un grave hecho como es el asesinato de una mujer, lo que significa una violación de los derechos de los familiares de la víctima y una falta de perspectiva de género”, dijo el abogado Sebastián Ibáñez, que representa como querellante a la familia de Elba.

“La Fiscalía de Tinogasta se ha demorado excesivamente, (…) el abogado anterior de la querella hizo planteos dilatorios, de buena fe, pero que llevaron la causa a Apelaciones en dos oportunidades”, expresó, indicando que esto dilató los tiempos para que se dé por concluida la investigación.

“No pedimos el agregado del femicidio para que no se dilate más”, aclaró el letrado, quien junto al abogado Bruno Jerez ejerce la querella, agregando que “lo triste es que la Justicia de Catamarca no ha cumplido con las convenciones internacionales de protección a la mujer, que exigen perspectiva de género y celeridad en estos casos”.
De todas maneras, el letrado anticipó que faltarían semanas para que se lleve a cabo el debate oral y público en la Cámara Penal N° 3, aunque aún se aguarda que se fije una fecha por parte del organismo judicial.
“Ya está incorporada la prueba de la Fiscalía y la defensa. Hemos adherido a lo presentado por la Fiscalía, pero nosotros vamos a demostrar en el juicio que no se trató de un homicidio simple, sino de un femicidio, además de buscar que surjan todos los responsables de ese femicidio”.

Cabe recordar que la mujer fue encontrada sin vida en cercanías a una acequia, con signos de haber sufrido una muerte violenta. Luego se supo que Quiroga habría sido la última persona que la vio, ya que ella le solicitó que le practicara un aborto.