Ayer a las 8 de la mañana, Mónica Murúa, quien está imputada junto a su hijo Jorge “Castruli” Castro por el homicidio de Miguel Ángel Ferreyra, fue trasladada por el personal policial desde su domicilio en la localidad de Santa Rosa al edificio del Cuerpo interdisciplinario Forense (CIF) de calle Zurita entre Rivadavia y Sarmiento de esta ciudad Capital.

Allí, el personal médico del CIF y de los profesionales de la salud de parte designados por la viuda de Ferreyra (querellante) en la causa y la propia imputada, Mónica Murúa fue sometida a la junta médica con la finalidad de conocer el estado de salud actual de la mujer.

La medida pericial fue solicitada por el fiscal Laureano Palacios quien busca determinar si Murúa, quien padecía un problema de hipertensión y por ello se le había otorgado la prisión domiciliaria, continúa con dicha afección o bien puede ser alojada en el Correccional de Mujeres y continuar allí el tratamiento por su afección de salud.

Según pudo conocer este diario, ahora resta que los peritos médicos tanto oficiales (pertenecientes al CIF) como los de parte (querella y defensa) elaboren su informe y lo eleven al fiscal Palacios.

Una vez que el investigador cuente con tales conclusiones, resolverá la situación de Murúa, quien por ahora continúa detenida en su domicilio.

Jorge Castro y su madre Mónica Murúa están acusados de haber golpeado y asesinado de una puñalada a Miguel Ángel Ferreyra luego de una disputa por el supuesto robo de un casco que habría sufrido la víctima y por el que Castro estaba señalado. Castruli responde por el delito de homicidio simple, su madre está acusada de ser participe secundaria.