Sucedió en La Chacarita

Cayó un joven que realizaba pagos con transferencias bancarias falsas

El precoz delincuente tiene 21 años. Habría concurrido durante meses a un local de comidas rápidas, donde los estafó.
jueves, 16 de noviembre de 2023 00:44
jueves, 16 de noviembre de 2023 00:44

Un precoz delincuente de 21 años fue puesto tras las rejas luego de que fuera denunciando por el delito de estafa. Aparentemente, el jovencito concurrió a un local de comidas rápidas donde abonaba con transferencias falsas. 

Según informaron fuentes policiales, el hecho sucedió en la madrugada de ayer, alrededor de la 1.25, cuando los numerarios de la fuerza se hicieron presentes en el comercio ubicado en avenida San Martín, entre las calles Gobernador Andrada y Gobernador Córdoba, donde el propietario tendría demorado al sujeto. 

Una vez en el lugar, los policías procedieron a la aprehensión de un joven de apellido Seco (21), quien momentos antes habría realizado una compra exhibiendo un comprobante de transferencia apócrifo. Durante el procedimiento, los uniformados secuestraron un teléfono celular Samsung Core Prime blanco, que habría sido utilizado para cometer el ilícito.

Mientras tanto, esta persona quedó alojada en la dependencia policial a disposición de la Fiscalía de Instrucción en turno y se invitó al propietario del comercio, un hombre de 38 años, a radicar la denuncia penal correspondiente en el Precinto Judicial Nº3.

 

Modus operandi

Una empleada del local, en diálogo con Radio Valle Viejo, explicó cómo operaba el supuesto estafador: “él pedía comida, le mostraba la transferencia, pero nunca decía transferencia exitosa”. En cuando a los montos, según manifestó la mujer en la última operación, “era de 13.000 pesos. Pidió cuatro Patys y un lomo gigante” y recordó: “el viernes y sábado, esos dos días, también había hecho pedidos de comida y también el monto era bastante; uno de 7.000 y otro de 11.000”, agregó. 

Aparentemente, el ahora detenido, se hacía pasar por un cliente y había repetido tantas veces la misma operación que incluso “...el cadete sabía dónde era su casa, había ido al domicilio y sabía”. En cuanto a su forma de relacionarse con el comercio, explicaron que “siempre había un problema también cuando pedía comida. Él pedía algo y no estaba, entonces, hacía problemas, siempre había problemas con él”, afirmó. Esto quiere decir que su táctica era confundir a las víctimas, modificando las preferencias de retiro. 

Mientras que el propietario agregó: “Siempre llamaba en horarios pico, tipo 11 de la noche, y nos confundía, nos decía, mándamelo a domicilio, después decía, ‘no, ya lo paso a buscar’. El local siempre está lleno, así que no podía llevar ese control, nunca acceso a las cuentas para ver, solamente veo el comprobante”.
 
 

Descubriendo la estafa

Si bien durante meses, bajo la misma modalidad, éste delincuente habría azotado el lugar, causando pérdidas que podrían incluso, superar los cientos de miles de pesos, un día fue descubierto. 

De acuerdo con lo que explicó la empleada, “el dueño se dio cuenta, porque él siempre hacía transferencias. Le decía ‘sí, sí’ (solo con ver) porque el teléfono lo tiene a full, pero anoche, -los martes hasta los jueves son tranquilos- a él (por el propietario) se le da por fijarse y se da con que la transferencia no decía “transferencia exitosa”, o sea estaba como cortada la imagen, era como sospechoso, entonces, se puso a verificar todos los mensajes que tenía de esta persona y eran todos iguales. Entraba a Mercado Pago y jamás las transferencias fueron realizadas los días anteriores”. 

Incluso, a pesar de su corta edad, el joven estafador, en caso de ser descubierto, ya intentaba garantizar su impunidad, explicaron los investigadores. En este sentido, la joven que trabaja en el local explicó: “él (detenido) pedía para un apellido Pérez, pero nos dimos con que tiene otro apellido y otro nombre”, explicó la empleada.   

 

“La policía, espectacular” 

Por su parte, el propietario del local manifestó: “era un trucho, ya llevaba varios meses haciéndonos esto, calculo que, desde marzo. Por suerte logramos dar con él, siempre con comprobantes truchos, pero no me caía la ficha”. Además, detalló: “todos los días pedía comida, entre 5.000 y 8.000 pesos, incluso, hasta los días que no habríamos seguía llamando. Se entusiasmó, pero no nos dábamos cuenta y ahora dio la casualidad que lo logramos agarrar”.

Por último, recapituló el momento antes de que detuvieran al joven estafador: “anoche, pidió comida para muchos, eran como para 10 personas, incluso estas personas vinieron como a querer patotearme porque se habían quedado sin su comida”.

En cuanto al accionar de las fuerzas de seguridad, el hombre manifestó: “la policía, espectacular, vinieron rápido, incluso le dieron la posibilidad de mostrar, pero no pudo, porque todo era trucho”. 
 

Comentarios