Familiares apedrearon a la policía y hubo disparos disuasivos

Prisión perpetua para los hermanos Gordillo por el crimen de Apaza

Una mujer terminó arrestada. Cinco de los ocho imputados, se fueron absueltos por la duda.
jueves, 16 de noviembre de 2023 00:44

El fallo fue por unanimidad y desató la ira de los familiares de los ahora condenados, quienes se enfrentaron a la policía intentando tirar las vallas ubicadas en las inmediaciones de la Cámara Penal donde se desarrollaba el debate.

Hubo pedradas y disparos con arma antitumulto. Una mujer terminó arrestada. Cinco de los ocho imputados, se fueron absueltos por la duda.

El juicio oral en el que se ventiló durante varias jornadas el homicidio de Miguel Ángel Apaza, hecho ocurrido el 1 de octubre del año 2015 en el norte de la Capital y por el que ocuparon el banquillo de los acusados, José Daniel Gordillo, Javier Pio Gordillo -ambos condenados a perpetua- Cristian Gausto, Ramón Soria, Cristian Espinoza, Ever Santos, Braian Juárez y Juan Carlos Encina -este último condenado a un año y tres meses de prisión efectiva- finalizó ayer cerca del mediodía con pedradas, corridas, disparos y una mujer arrestada.

Por unanimidad y previo a escuchar los alegatos de las partes el tribunal integrado por los jueces Fernando Esteban, Mauricio Navarro Foressi y Miguel Ángel Lozano declararon culpable del delito de homicidio doblemente calificado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas en calidad de coautores a los hermanos Gordillo y a Juan Carlos Encina a la pena de 1 año y tres meses de prisión de cumplimiento efectivo por el delito de encubrimiento por recepción agravado por ánimo de lucro.

En tanto, resolvieron absolver por el beneficio de la duda, tal como lo planteo el fiscal de la cámara Alejandro Dalla Lasta a los otros cinco imputados.

Como en el alegato el fiscal solicitó en base a la pena peticionada la inmediata detención de los Gordillo, fue que finalizada la lectura de la sentencia, Gustavo y Javier, junto a Encina fueron trasladados al Penal de Miraflores para cumplir la pena impuesta. Sin perjuicio, tal como lo adelantó en su alegato la defensa de los condenados a perpetua, Roberto Mazzucco casará el fallo una vez que se conozcan los fundamentos.

La última audiencia inició con la presencia en la sala del testigo Gabriel Navarro quien fue llevado por la policía ante el estrado. Como al momento del interrogatorio el testigo solo respondía “no recordar nada” ni siquiera cuando por secretaria se le leyó la declaración brindada a días de ocurrido el hecho y se le hizo reconocer la firma, la clara falta de colaboración manifiesta con la Justicia para el esclarecimiento de la verdad del hecho que se debatió, el presidente del tribunal ordenó su demora.

 

Sospechas

A renglón siguiente, Brian Juárez -a quien los testigos Heredia y Navarro, madre e hijo, señalaron como quien se jactó en la casa de estos haber sido quien “escondió las armas que los Gordillo habían usado para ultimar a Apaza”- pidió declarar. Básicamente, el imputado negó el hecho.

Ante de este acto procesal, en el recinto se vivieron momentos tensos cuando el abogado de los hermanos Gordillo, Roberto Mazzucco, pidió el apartamiento del fiscal Dalla Lasta. Sintéticamente el letrado acusó al Ministerio Público de “imparcial” al sostener que vio salir del despacho de Dalla Lasta al imputado Juárez y a su defensora.

A su turno, esto fue aclarado por el fiscal, quien reconoció haberse reunido con la defensora pero negó que el imputado estuviera presente: “Solo le pregunté si la declaración de su asistido iba a ser prolongada”.

Finalmente, tras escuchar a las demás partes, los jueces resolvieron “no hacer lugar al planteo de Mazzucco del principio de imparcialidad”, señalando que esa es una función del tribunal y no de las partes.

Superada esa instancia, el fiscal Alejandro Dalla Lasta abrió la ronda de los alegatos. Por más de una hora el fiscal dio los motivos y fundamentó la causa por la que, de manera breve, pidió la pena de prisión perpetua para Daniel y Javier Gordillo y la pena de un año y tres meses de efectiva para Encina y la absolución por el beneficio de la duda para el resto de los acusados.

Entendió la Fiscalía que la autoría del hecho por parte de los hermanos Gordillo quedó más que acreditada al ser reconocido por varios de los testigos que se escucharon durante el plenario, y hasta por el imputado Espinoza, de haber la noche previa al hecho que ocurrió los primeros minutos de la madrugada “buscado a Apaza portando ambas armas de fuego”.

Si bien el fiscal sostuvo que del hecho participaron otras dos personas, estas no fueron identificadas ya que llevaban casco protector de motociclista. Con respecto a Encina, señaló que el joven declaró y reconoció el hecho durante el juicio, aclarando que nada tuvo que ver su accionar con el homicidio de Apaza, de quien es familiar, sino con el robo de la moto que fue el móvil del crimen.

En cuanto a los demás imputados para los que pidió la absolución por el beneficio de la duda, Dalla Lasta hizo consideraciones en cuanto a las pruebas reproducidas durante las audiencias, que en líneas generales no eran lo suficientemente “fuertes” y “concretas” para acusarlos y pedir condena.

 

Defensas 

Seguidamente fue el turno de las defensas. Mazzucco inició el alegato atacando la postura de la Fiscalía al “tomar” como cierta la declaración del imputado Espinoza, que responsabilizó a sus clientes de estar con armas la noche del homicidio, remarcando que en el juicio el imputado reconoció haber “mentido en algunos de sus dichos”.

El abogado fue duro al cuestionar y “tildar” de parcial la acusación del fiscal, quien a su entender solo se basó en indicios de dichos, porque la causa no tuvo un testigo presencial. Mejor dicho, sí lo tuvo: fue el hombre de apellido Bravo que alquilaba el salón del negocio a Apaza el que, recordó la defensa, al declarar dijo que inmediatamente después de los disparos que le realizaron a la víctima vio en una moto a otras personas que no eran los Gordillo.

Cuestionó que no hay pruebas en el expediente que acrediten que sus asistidos son los responsables, como por ejemplo el secuestro de alguna arma de fuego, el resultado de la prueba de guantes de parafina y los registros de cámaras de seguridad.

“No hay nada para condenarlo, ni siquiera los peritos pudieron determinar la dirección de los disparos (esto en relación al agravante por alevosía). Los indicios deben estar apoyados en pruebas directas, lo que no ocurre en este caso”, puntualizó.
“Las dudas abundan -continuó-, por lo que voy a pedir la absolución para los hermanos Gordillo y que, en caso de fallar el tribunal al pedido de la Fiscalía (palabras más, palabras menos) no se detenga inmediatamente a Daniel ni a Javier, ya que durante estos siete años de proceso estuvieron a derecho en la investigación de la causa”.

Luego fue el turno de las demás defensas. Al no haber sido sus clientes acusados por la Fiscalía, solicitaron la absolución por el beneficio de la duda.

Distinto fue el caso de Juan Carlos Encina, cuya defensora oficial consideró que “la pena pedida por el fiscal era la correcta”, y agregó que su asistido “cumple una condena en el penal por otro hecho”.

 

Última palabra y sentencia

Antes de retirarse a deliberar, el tribunal le dio la última palabra a los ocho imputados. Sin embargo, los hermanos Gordillo fueron los únicos que hablaron, coincidiendo al señalar que esperaban “justicia”. “Nosotros nada tenemos que ver con este hecho. Solo queremos justicia porque ese señor (Apaza) tenía una madre y sufre”.

Finalmente, el tribunal reanudó la audiencia minutos antes del mediodía y dio a conocer el veredicto, el cual fue coincidente al pedido del Ministerio Público Fiscal.

 

La Fiscalía pidió se investigue posible “asociación ilícita”

En sus conclusiones finales, el fiscal Alejandro Dalla Lasta le pidió al tribunal también gire a la Fiscalía que por turno corresponda las actuaciones del expediente para que se investigue el posible delito de “asociación ilícita” en el robo de motos.

Según explicó el fiscal, durante el debate sobrevoló el robo de motos y el pago de rescates. Por ello, y ante la posible comisión de un delito, pidió se investigue este flagelo del robo de motos que tanto reclama la sociedad.

Cabe señalar que este pedido tiene motivación en virtud de que durante las audiencias se escuchó a testigos decir que “conocían” que la víctima Apaza y otros de los imputados se “conectaban” para “recuperar previo pago de rescate” motos denunciadas como robadas en la Capital principalmente.

También algunos de los imputados, reconoció, y en otros casos los abogados son  “eslabones” de una cadena de la mafia del robo de motos, en la que algunos se encargaban de robar, otros de ocultarlas y otros de ser el nexo para cobrar el rescate y entregarlas.

 

Pedradas, corridas y disparos al conocerse el fallo

Los momentos más tensos de la última audiencia se vivieron en las afueras de la cámara penal de calle San Martín al 300 cuando los familiares de los imputados Gordillo, Gausto y Soria intentaron derribar las vallas y llegar al edificio judicial.

La policía que estaba apostada en el lugar debió efectuar disparos al aire para disuadir a los revoltosos quienes “destruyeron” parte de un cordón cuneta que estaba roto del que sacaron escombros y se lo arrojaron, llegando algunos estos hasta el frente mismo de la cámara penal.

En paralelo las mujeres Gordillo permanecían en las veredas desconsoladas reclamando justicia por sus hermanos insistiendo que “los condenaron por portación de apellido” tal como lo había manifestado también Dante Gordillo al ser consultado por este diario tras el pedido de la fiscalía en su contra.

Hubo varias corridas y disparos hasta que finalmente el personal del grupo especial de la policía en una especie de escudo humano logró llevar a calle San Martín y Maipú a los revoltosos quienes finalmente se fueron.

Sin embargo, los desórdenes volvieron a iniciarse cuando algunos de los imputados, quienes resultaron absueltos por el beneficio de la duda, llegaron a donde estaban las mujeres algunas de ellas familiares de estos.

Este encuentro creó discrepancia entre las manifestantes quienes en el inicio del juicio se mostraron juntas pidiendo justicia para todos ahora terminaron tomándose de los cabellos y agrediéndose mutuamente porque “no los ayudaron a los hermanos” para que todos “se fueran libres”.

Estas escenas de pugilato femenino fueron observadas por la policía quienes intervinieron de inmediato y arrestaron a una de las agresoras de apellido Soria (21) quien terminó alojada en la Comisaría de la Mujer.

En cuanto a los familiares de Miguel Ángel Apaza quienes se apostaron durante todo el debate detrás del vallado policial de calle San Martín y Junín, Ludomina Flores, mamá de la víctima comentó brevemente estar de acuerdo con el fallo dictado por el tribunal. “Se hizo justicia por mi hijo. Creo en la justicia y ahora me puedo regresar tranquila a Salta. Los asesinos de mi hijo están donde deben estar, en la cárcel”, dijo.

Así también se supo que antes de marcharse la mujer acompañada de otro familiar hablaron con las autoridades de la cámara solicitándoles “protección” para su familiar Juan Carlos Encina en el penal de Miraflores, en donde serán alojados también los hermanos Gordillo.

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