Vecinos del barrio Ongolí, en Nueva Coneta (Capayán), provocaron el incendio de la vivienda de un joven declarado inimputable en una causa por un abuso sexual que habría sucedido en el baño de un supermercado en Capital en perjuicio de una niña de 5 años.

A pesar de que el fiscal Jonathan Felsztyna ordenó la detención del supuesto agresor sexual, días más tarde se determinó que era discapacitado, por lo que le solicitó al juez de Control de Garantías un control de detención donde expuso la situación del arrestado.

Por este motivo, el juez de Control de Garantías Lucas Vaccaroni lo declaró inimputable por pedido del representante del Ministerio Público Fiscal. Pero el magistrado, a pesar de que el joven no responderá por este delito ya que no comprende la criminalidad de sus actos, lo derivó al área de Salud Mental del Hospital San Juan Bautista. 

Lo curioso es que el juez  había solicitado que allí se determine si el joven, que padece un retraso madurativo, debía o no ser internado. Como respuesta le manifestaron que “no era peligroso para sí ni para terceros”. Esto causó gran malestar en los vecinos de Capayán, que ayer en horas de la mañana cortaron una calle de esa localidad para pedir respuestas sobre el hecho.

El informe emitido por la licenciada María Laura Nóblega habría derivado en que el joven regresara a su domicilio, ya que no requería internación, según la especialista, lo que ocasionó la ira de los vecinos, que pidieron a los gritos que el “violador” se vaya del barrio.

Por este motivo, el juez que intervino en la causa ordenó su inmediato traslado al nosocomio para profundizar los estudios y así determinar si requiere internación involuntaria.

Al cierre de edición, el joven permanecía en el Hospital a la espera de las pericias correspondientes.