Fernando Rojas, el último testigo del Jury de Enjuiciamiento al fiscal Laureano Palacios, declaró en la causa ayer a la mañana y desnudó las falencias de la Justicia a la hora de investigar la muerte de su padre. “En el momento en que yo llegué y en el transcurso del día inclusive, parte de la tarde, por los comentarios de la gente que trabajó en el lugar, era una muerte por infarto, una muerte natural no nos cerraba”, mencionó ante el tribunal.

El joven hijo del ministro Juan Carlos Rojas contó que por la tarde, alrededor de las 18.00, una persona le entregó las llaves de la casa: “Entramos, cerramos el domicilio y mi hermana sacó ropa para vestir a mi papá”.

En cuanto a la investigación, el joven recordó cuando llegó al domicilio de su padre en la zona norte de la Capital: “Cuando yo leí de otros asesinados, la Justicia resguarda el lugar, pero en la cuadra de la casa de mi papá no se resguardó la cuadra, había gente que se daba con la noticia”.

Más tarde, mientras se desarrollaba la autopsia del ministro, Fernando recordó: “Me fui a mi casa, me di un baño, me cambié para prepararme para la noche y luego busqué a mi pareja para ir al velatorio en Uthgra.

”La gente que estaba ahí me decía que me quede tranquilo, que la sangre que tenía puede pasar”, le explicó, según comentó, uno de los funcionarios judiciales que le hizo entrega de las llaves del domicilio.

Consultado sobre la limpieza de la escena del crimen, Rojas recordó que fue posterior a la entrega de las llaves, que le había consultado para limpiar, ya que los perros iban a quedar en la zona de la galería: “Nos dijeron que limpiemos tranquilos, que aquí no había nada raro. Eso no nos cerraba. Nosotros no limpiamos tranquilos, solo la parte de la galería por la sangre, por los perros que iban a quedar en la galería”.

En cuanto a la reunión que hubo en la sede de Uthgra, el domingo, en la que participó el Gobernador, el joven declaró: “El Gobernador decidió qué íbamos a hacer con la casa y demás. En un momento se me acercó Luis Barrionuevo y me dijo ‘tenemos que hablar un rato a solas’. Esa reunión nunca sucedió.

”En un momento salí a tomar aire y me dijeron que había una reunión en la sala de juntas, si podía subir. Al subir, me encuentro con Luis Barrionuevo, Raúl Jalil, la ministra Fabiola Segura, y el segundo de Luis Barrionuevo, un señor de apellido Jaime. Barrionuevo preguntó en qué circunstancias lo vi a mi papá. Después empezó a sospechar de cómo pudo haber sido la muerte de mi papá. A nosotros no nos cerraba, porque era una persona sana, no paraba, viajaba todos los fines de semana, tenía mucha actividad. Nos hacía mucho ruido el hecho de que había mucha sangre. En un momento, Barrionuevo se paró y golpeó la mesa y dijo ‘A Rojitas lo mataron’. Manejaba una información que ni siquiera el Gobernador parecía conocer. Después nos dijo que él tenía un informante”.

En este sentido, señaló que el Gobernador dispuso esa noche la custodia en la casa, con base en los dichos de Barrionuevo.
Por último, consultado por la autopsia, sobre cómo tomó conocimiento de que se trataba de una muerte violenta, Rojas manifestó: “Mi hermana me contó lo que le produjo la muerte a mí papá, que tenía un golpe, pero no dijo qué le produjo el golpe. A mí en el velatorio se me acercó una señora y me dijo: ‘Creo que a tu papá lo molieron a palos’”.

A pregunta de la diputada Juana Fernández sobre si él tuvo contacto con Palacios, Rojas volvió a insistir en que no lo distinguió en la escena del crimen. “Había gente de la policía, no recuerdo el horario, debe haber sido tarde, pero no lo vi. Solo había gente de la fuerza. Primero me dijeron que saque a los perros del jardín y los metiera adentro, después me dijeron que los saque afuera. Si me decían ‘sacalos’ desde un principio, lo hacía. Yo hacía lo que me decían que haga. Yo creo que no se resguardó la escena del hecho, afuera había gente que estaba como si nada”.

Fernando relató otro detalle no menor de la irregularidad del procedimiento: “Nosotros estábamos afuera y cuando ingresamos fue cuando nos entregaron la casa. En horas de la siesta llegó un policía, me dijo que podía sacar sillas para que la gente se siente afuera. Después me di cuenta de la gravedad del hecho de entrar a ese lugar, estaba muy mal, sacar las sillas, y estaba mal de las personas que ingresaron a contaminar el lugar”.

Por último, se refirió al resguardo para no contaminar la escena del crimen de las personas que estaban en la casa de Juan Carlos Rojas. “Había gente que usaba (protección), había gente que no. Deben haber sido unas cinco o seis personas, llegaban con sus maletines algunos y se comenzaban a cambiar, pero había otros que no tenían nada e ingresaron antes”.

Finalmente, volvió a estar en el debate el nombre de Fernanda Minoto, quien ingresó sin autorización a la morgue, según la perito Marina Andrada: “Cuando terminó la autopsia, dijo que una mujer se acercó a mi hermana y le dijo que a mi papá lo molieron a palos. Es la persona que intentó ingresar a la morgue, Fernanda Minoto. Es antropóloga forense, trabaja en el laboratorio satélite, pero es de Luis Barrionuevo, de prensa del Ministerio de Desarrollo Social y de Gastronómicos)”.