“Solo quise ayudarla”, dijo el acusado ayer ante el juez Javier Herrera al prestar declaración en el inicio del juicio en el que debe responder por el delito de abuso sexual simple continuado. La víctima tenía 12 años y es la sobrina de su expareja.

En la mañana de ayer, un sujeto de 28 años, a quien solo se lo identificará con iniciales (R.A.R.) para resguardar la identidad de la niña víctima, se sentó en el banquillo de los acusados en el Juzgado Correccional N 3 para responder ante la Justicia por el delito de abuso sexual simple continuado.

Pasadas las 9.30, el juez Javier Herrera se constituyó en la sala, donde ya se encontraba el imputado R.A.R. junto a su abogado defensor y el fiscal Víctor Figueroa. Así, se abrió la audiencia, que por ser el delito que se ventila de instancia privada se desarrolla a puertas cerradas.

Seguidamente, el magistrado intimó del hecho al acusado y luego le dio la palabra para que prestara declaración. Sentado ante el estrado, el sujeto declaró. A líneas generales, negó el hecho por el que llegó a juicio y dijo que solo quiso ayudar a la niña, quien cuando regresaban de la Capital en un colectivo de línea iba sentada a su lado y le dijo que se sentía mal y que no sentía una de las piernas, por lo que él la masajeó y aseguró que la preadolescente de 12 años luego se lo había agradecido.

Luego de escuchar la versión del imputado, el juez hizo ingresar a la sala a las testigos citadas para la audiencia, a quienes les tomó juramento de ley, quedando luego en el recinto la maestra de la víctima.

La docente, cuya la identidad se preserva, fue quien realizó la denuncia, luego ratificada por la madre de la preadolescente.

Ante las partes, la mujer recordó que mientras dictaba una clase de educación sexual, observó a la alumna y advirtió que algo le estaba sucediendo. Al finalizar la clase, se acercó a ella y le preguntó. La niña quebró en llanto y le contó que la pareja de su tía, es decir el imputado, había abusado de ella, tocándole las piernas y sus partes íntimas cuando regresaban de viaje desde la Capital a una localidad del departamento Capayán. Luego se escuchó a la madre de la niña, quien ratificó la denuncia.

Concluida la ronda de testigos, el juez resolvió pasar a un cuarto intermedio hasta el próximo miércoles 31 de agosto a las 8.30 de la mañana para dar continuidad al resto de los testimonios. Según se informó, resta escuchar a las profesionales que asistieron a la niña víctima y a un testigo ofrecido por la defensa del imputado. Cabe señalar que por el tipo de delito del que se lo acusa, R.A.R. llegó en libertad, por lo que finalizada la primera audiencia, el sujeto se retiró del edificio judicial por sus propios medios.

El caso
En el año 2022, en al menos dos oportunidades, el imputado habría abusado de la niña -por ese entonces de 12 años- realizándole tocamientos impúdicos en el cuerpo cuando ambos viajaban desde la Capital a una localidad del departamento Capayán.

El sujeto, aprovechándose de la confianza que le tenía la familia de la víctima, ya que era la pareja de la tía de la niña, le pedía que lo acompañara a la ciudad a realizar compras y en el regreso la “tocaba”.

Los hechos se sucedieron un par de veces y fue en una clase de educación sexual que la niña se quebró y le contó a su maestra lo que le estaba pasando cuando viajaba con la pareja de su tía. Ante el relato de la preadolescente, la docente de inmediato dio parte a la policía denunciando al sujeto y poniendo en conocimiento de lo acontecido a la madre de la alumna, quien luego ratificó la denuncia.

Por el tipo de delito, R.A.R. llega en libertad al juicio.