Cristina Agüero continúa luchando por su vida en un sanatorio privado en la provincia de Córdoba, luego de que a finales del año pasado Franco Cuello le arrebatara la mochila cuando caminaba por avenida Bicentenario, en el sur de la Capital, de regreso a su casa.

Consecuencia de la violencia ejercida por el malhechor para desapoderarla de sus pertenencias, Cristina cayó al suelo y sufrió graves lesiones cerebrales que actualmente la tienen al borde de la muerte sin poder valerse por sí misma.

Por este grave hecho de inseguridad, Cuello se sentó ayer ante el juez Mauricio Navarro Foressi para responder por el delito de robo agravado por lesiones graves. Así también, por otros tres hechos de robo -también bajo la modalidad de arrebato- que había cometido con antelación al del que resultó victima Agüero, siendo en uno de estos hechos acompañado en el banquillo por Jonathan Calderón.

Abierta la audiencia, tanto Cuello como Calderón, quienes están representados por el abogado Víctor García, declararon ante el magistrado y reconocieron los hechos de los que se les acusa, pidiendo disculpas Cuello a la familia de Agüero, encontrándose presente en la sala la hermana de Cristina Agüero y su mamá. 

Ante el reconocimiento liso y llano de los dos imputados, las partes desistieron de los testigos y se pasó inmediatamente a los alegatos.

El fiscal de la cámara Alejandro Dalla Lasta sostuvo la imputación para Cuello y refiriéndose a la gravedad del daño, causado en la persona de la víctima, quien aún a varios meses de sufrido el hecho de inseguridad continúa luchando por su vida, entendió que una pena de siete años de prisión era la que debía recaer sobre el imputado. En tanto, para Calderón, la pena peticionada fue de seis meses de cumplimiento efectivo. 

Luego se escuchó al abogado querellante de la familia de la víctima, quien adhirió a las consideraciones de la Fiscalía y pidió también siete años de cárcel para Cuello. 

Seguidamente fue el turno del abogado defensor de los imputados quien, como ya lo habían manifestado por los acusados, reconoció la autoría de sus asistidos en los hechos de inseguridad acecidos en la Capital, señalando su disconformidad en cuanto a la pena solicitada por el Ministerio Público Fiscal.

Para la defensa, Calderón debía recibir una pena mínima de dos meses de prisión y que hasta que el fallo no quede firme continuara gozando de la libertad. En el caso de Cuello, entendió que una pena justa para el joven quien se encuentra actualmente alojado en el Penal de Miraflores, sería de seis años y ocho meses, no de siete como lo pidieron el fiscal y la querella.

Antes de retirarse a deliberar, el magistrado les consultó a los imputados si deseaban agregar algo en su última palabra. Ambos respondieron que no.

Pasado el mediodía, la audiencia volvió a reanudarse en la sala de la Cámara Penal N° 1 y por secretaría se dio a conocer el veredicto. El juez Mauricio Navarro Foressi declaró culpable a Armando Cuello del delito de robo agravado por lesiones graves y lo condenó a la pena de siete años de prisión efectiva. En tanto, a Jonathan Calderón lo condenó a seis meses de prisión, tal como lo pidió el fiscal en sus alegatos.

Concluido el juicio, los imputados fueron trasladados al Penal por el personal del servicio, donde cumplirán las condenas impuestas.