La Justicia investiga un aberrante hecho de abuso sexual en perjuicio de una nena de apenas 4 años. Según informaron fuentes judiciales, la víctima habría sido ultrajada en reiteradas oportunidades por su propio progenitor y como consecuencia fue contagiada de una enfermedad. 
Por el hecho, el fiscal Martín Camps, a cargo de la pesquisa, imputó tanto al presunto depravado como a los abuelos de la menor, quienes intentaron cubrirlo. El caso se descubrió cuando la pequeña requirió asistencia en un centro de salud del este provincial. 
En el interior del nosocomio, los profesionales de la salud descubrieron que la niña había sido contagiada de una enfermedad venérea, a partir de allí se activaron los protocolos correspondientes que desencadenaron en la detención de la propia familia de sangre de la nena.
Aparentemente, el padre biológico sometía a sus bajos instintos a la menor, con la supuesta connivencia de los abuelos de ésta, quienes en un principio intentaron sindicar a otro sujeto como autor de los ultrajes.
No obstante, las pruebas eran contundentes en perjuicio del sujeto, mientras que tras la investigación se determinó que los padres del depravado sabían de dichos ultrajes y no denunciaron. 
De acuerdo a los detalles de la investigación, el abuso estaba naturalizado en el entorno familiar a tal punto que la propia víctima se lo describía a los investigadores como algo que sucedía a menudo.
A partir de la rápida intervención de los profesionales y del fiscal se logró determinar el suficiente grado de sospecha para imputar al padre por el delito de “abuso sexual con acceso carnal, agravado por el vínculo, por el grave daño a la salud de la menor y por la participación de dos o más personas en contexto de violencia de género”, en tanto que para los abuelos de la menor les cabe la imputación de “abuso sexual con acceso carnal agravado, en calidad de partícipes secundarios”.
Por el hecho, el fiscal le hizo conocer a la familia la imputación antes mencionada pero se conoció que al momento de la indagatoria decidieron guardar silencio. En tanto, esta semana el representante del Ministerio Público solicitará que se lleve adelante una audiencia de control de detención. 
Es decir que para el fiscal, los integrantes de la familia de la víctima deben continuar privados de su libertad mientras se continúa avanzando con la pesquisa y se reúne las pruebas necesarias. No obstante, el conflicto está en quien custodiará ahora a la pequeña víctima.n