Durante la jornada de ayer se desarrolló una maratónica audiencia en la Cámara Penal N° 2 que tuvo en el banquillo de los acusados al sacerdote Rasgido.

Ante una solicitud poco usual en los juicios orales que se desarrollan en la Justicia local, realizada por el abogado defensor del acusado, Luciano Rojas, la secretaria de la cámara leyó durante siete horas parte de la citación a juicio. Es decir, la acusación formulada por la Fiscalía de Instrucción en contra del sacerdote por cada uno de los cuatro casos de abuso sexual por los que llega ante el tribunal.

La segunda audiencia del juicio inició pasada las 9.30 de la mañana con la lectura de lo resuelto por el tribunal integrado por los jueces Miguel Ángel Lozano, Silvio Martoccia y Mauricio Navarro Foressi al planteo de nulidad efectuado el jueves apenas se abrió la audiencia con el sacerdote en el banquillo.

Rojas solicitó la nulidad del proceso entendiendo que se había violado el derecho a la legítima defensa al haberle la instrucción designado un defensor oficial al sacerdote cuando este había nombrado a un abogado particular para que lo representara en la realización de la cámara Gesell al joven víctima.

Por unanimidad, los jueces resolvieron no hacer lugar al planteo y continuar con el debate propiamente dicho.

A renglón siguiente, el presidente del tribunal tomó la palabra para intimar de los hechos al imputado, en lo que suele solamente darse lectura al decreto de determinación de los hechos. Esto en razón de una economía procesal -para no dilatar la audiencia-, puesto que cada una de las partes del proceso cuenta al momento del inicio del juicio con una copia del expediente.

Sin embargo y para sorpresa de propios y extraños, el abogado Rojas, haciendo uso de su derecho, le pidió al tribunal que se diera lectura de la totalidad de la pieza procesal, la que cuenta con un total de 224 fojas.

Aunque el pedido fue señalado “cómo dilatorio” y “sin sentido” por los voceros judiciales, la secretaria dio lectura del expediente.

La lectura se extendió hasta las 17.00 aproximadamente resolviendo el tribunal pasar a un cuarto intermedio hasta el próximo lunes a las 8.30 para dar continuidad a la lectura de las 117 fojas restantes.

El pedido de la defensa ocasionó que la agenda prevista para la segunda audiencia fuera alterada por completo, al punto tal que el tribunal no pudo ni siquiera preguntarle al sacerdote Rasgido si iba o no a prestar declaración.

Como ocurrió en el inicio del juicio, la policía valló el frente de la Cámara Penal de manera preventiva, cortando el tránsito vehicular y peatonal sobre la avenida Colón entre calles General Roca y Mate de Luna.

A puertas cerradas
Como los delitos por los que está siendo juzgado Rasgido tras casi una década de la denuncia son de índole sexual, el juicio se desarrolla a puertas cerradas. Es decir que, tal como ocurre en los otros debates de esta naturaleza, la prensa no puede ingresar a la sala para escuchar el desarrollo de la audiencia.

Nada tiene que ver que el juicio que actualmente se ventila en la cámara N°2 que el imputado sea un sacerdote y que sea ese el motivo por el que la prensa no accede a la sala. No se trata de ninguna protección hacia el imputado sino, y como es natural en este tipo de debates, a quien se busca preservar es a la víctima.