A la cárcel por robarse un celular
En la mañana de ayer, el juez de la Cámara Penal N°1, Dr. Mauricio Navarro Foressi, condenó a un joven a prisión efectiva y lo declaró reincidente por primera vez. El cinco de febrero del año pasado ingresó a una casa y se robó un teléfono celular. Intentó llevarse también un televisor, pero lo dejó abandonado cuando escapaba. El ladrón del teléfono purgará cuatro meses de prisión efectiva y fue declarado reincidente por primera vez.
Pasadas las 9.00 de la mañana, el juez Navarro Foressi abrió el debate unipersonal. Sentado en el banquillo de los acusados, el joven O. P. escuchó al magistrado leerle la acusación por la que llegó a debate, para luego darle la palabra para que contará su versión del hecho.
Acompañado por el defensor oficial, Dr. Guillamondegui, O. P. reconoció haber robado el teléfono celular y pidió perdón. Al mismo tiempo, señaló que estaba bajo los efectos de psicofármacos cuando ingresó a esa casa y afirmó que actualmente realiza un tratamiento en una institución de la provincia de Santiago del Estero.
Ante el reconocimiento liso y llano del imputado, el fiscal Alejandro Dalla Lasta y la defensa del acusado desistieron de los testigos y el juez abrió la ronda de alegatos.
El representante del Ministerio Público Fiscal fue el primero en alegar. Manteniendo la imputación de “robo”, el fiscal tuvo en cuenta el reconocimiento del hecho por parte del acusado, su demostración de arrepentimiento y el tratamiento que realiza para su adicción, corroborado por certificación presentada, lo que exigió una morigeración de la pena. Con base en ello, Dalla Lasta solicitó que se declare culpable a O. P., se lo condene a la pena de cuatro meses de prisión efectiva y sea declarado reincidente por primera vez.
Por su parte, el defensor oficial, Mariano Guillamondegui, coincidió en la pena solicitada por el fiscal.
Tras un cuarto intermedio, el juez Mauricio Navarro Foressi declaró culpable al sujeto y lo condenó a cuatro meses de prisión, tal como lo pidió el fiscal.
En cuanto al hecho que llevó al penal a O. P., ocurrió el 5 de febrero del año pasado en una vivienda en el norte de la ciudad. Rompiendo una puerta, ingresó y se llevó un teléfono celular.