Columna Política

domingo, 10 de octubre de 2010 00:00
domingo, 10 de octubre de 2010 00:00

Hace poco más de una semana, en una práctica que no es habitual, el gobernador reunió a su gabinete y analizó la marcha del gobierno. Por supuesto, no estuvo ausente la política, ni la planificación del tiempo electoral, que ya se está viviendo. Sea pensando en candidaturas o visitando distintos lugares de la provincia, tarea que cumple con eficiencia Martha Grimaux de Blanco; sea analizando los movimientos del peronismo, cuya disputa interna se sigue minuto a minuto dentro y fuera de la Casa de Gobierno. En ese marco, Brizuela del Moral reclamó agilización de gestiones, demandó más dinámica de todo el funcionariato y, especialmente, le pidió a sus ministros que sean abortados los focos de corrupción que pudieren existir. El tema no pasó inadvertido por ninguno de los presentes, porque todavía estaba fresco el escándalo generado en el área de Turismo, donde el mandatario tuvo que practicar cirugía mayor para terminar eyectando del gobierno a la ingeniera Catalina Krapp, figura central de un entramado desprovistos de decoros elementales.

El pedido de vigilar actos corruptos, sin embargo, habría tenido para Brizuela del Moral un sabor bastante agrio en esta oportunidad. Según información muy confidencial que maneja este “secretario”, el jefe de la administración pudo haber sido informado de algunos movimientos no correctos en una de las áreas de gobierno donde más se juegan intereses económicos. Si bien en esa reunión no hubo precisiones, la mirada del gobernador estaría centrada en personas que eran de su más estricta confianza, por lo que se sentiría traicionado en su buena fe. Por lo expuesto, aunque no haya trascendido, no se descarta que en el futuro, posiblemente una vez que no haya perjuicios electorales, pueda producirse algún “retiro voluntario” –tipo Catalina- por esta cuestión que fue presentada como una recomendación.

Los más altos jefes partidarios y del gobierno, que en la mayoría de los casos son los mismos, estudian la convocatoria de la Convención Provincial para ir tomando algunas primeras decisiones con vista a las elecciones provinciales. En realidad, ya se han vencido los términos para el llamado, conforme lo establece la Carta Orgánica que taxativamente habla de 60 días a partir de una interna. Si ésta se llevó a cabo el 6 de junio, es fácil deducir la mora y por ello la insistencia del reclamo de sectores internos opositores, especialmente del más numeroso, que responde al intendente de Valle Viejo, Gustavo Jalile.
 

Comentarios

Otras Noticias