km 20/10

domingo, 10 de octubre de 2010 00:00
domingo, 10 de octubre de 2010 00:00

Balcozna es uno de los lugares más pintorescos de la provincia. Nadie se animaría a discutir, con argumentos valederos, las bellezas de este rincón del departamento Paclín ni su incomparable microclima por lo que, con toda lógica, siempre hubo intentos de ejecutar un gran desarrollo turístico y dotar a la villa de los elementos que la convirtieran en una atracción para los visitantes. Lamentablemente, esos intentos quedaron en eso nomás. Fueron simples promesas o expresiones de anhelo que terminaron soterradas por el tiempo. Hoy Balcozna es una verdadera postal de la indolencia y la desaprensión: el avance en materia de urbanización es nulo; los servicios públicos son los mismos que se colocaron en la década del ‘80, cuando gobernaba el peronismo; las comunicaciones han mejorado un poquito, mientras el mundo entero avanza a pasos agigantados; la atención pública no existe y, así sucesivamente, podríamos seguir nombrado las carencias.

Lógicamente, los resultados de tanta desatención están a la vista. Cada vez hay menos flujo turístico hacia la zona y los vecinos se quejan amargamente de las autoridades, especialmente de la Municipalidad de Paclín, que debería ser la principal interesada en desarrollar esa verdadera belleza natural que es Balcozna. Por suerte, como si fuera la última esperanza, hay algunos vecinos o veraneantes circunstanciales que todavía pujan por cambiar este estado de cosas. Ojalá esas mismas autoridades, incompetentes al máximo, al menos escuchen a quienes pretendan hacer algo desde el sector privado.

Siguiendo el recorrido diario y hablando de otro tema, hay que decir que el mundo está pendiente de los 33 mineros chilenos sepultados en las profundidades de la tierra desde el 5 de agosto. Las principales cadenas informativas del orbe se han estacionado en proximidades de la mina San José, para esperar el momento del rescate. Será un hecho histórico, único y que quedará registrado para el resto de los tiempos en diarios, medios audiovisuales, libros, películas, etc. Nadie quiere perderse el hecho periodístico del Desierto de Atacama, suelo chileno que, geográficamente, está a la altura de nuestra Catamarca.
 

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