El último miércoles y jueves, conforme lo revelaron interesados directos en el tema, centros asistenciales públicos y privados no pudieron realizar intervenciones quirúrgicas que requirieran transfusiones de sangre. La delicada situación, imprevistamente, habría surgido por algún problema que no fue debidamente explicado por el Centro Único de Referencia (CUR), la institución encargada de chequear la sangre que dona la gente. Las cirugías de este tipo, cabe destacarlo, se programan con antelación o se realizan con urgencia y, en cualquiera de las variantes, son sumamente delicadas.

El CUR es, por Ley, el único laboratorio que puede realizar en Catamarca los análisis para determinar si la persona de la cual se extrajo la sangre ha contraído o no la infección por HIV. Por esta razón, los bancos de sangre, tanto del sector público como del privado, le envían los materiales extraídos para conocer si el análisis de cada bolsa da positivo o negativo. También durante la semana pasada, lunes 4 y martes 5 para ser exactos, el CUR se quedó sin reactivos, imprescindibles para los análisis. Por ello no fue posible analizar la sangre que debía usarse. Los reactivos, recién llegaron el miércoles 6. ¿Puede ser posible que ocurran estas cosas y no haya forma de prevenirlas? La lógica indica que alguna forma debe haber, más aún si se considera que puede ponerse en juego la salud y hasta la vida de los ciudadanos.

Los contratados del sector Salud, como es lógico suponer, esperan ansiosamente alguna decisión favorable para quedar asegurados, laboralmente hablando, de parte del ministro Mario Marcolli o del propio gobernador Brizuela del Moral. Algunos tienen varios años de trabajo, de uno y hasta seis, y con sus familias sueñan con la ansiada estabilidad. Ojalá que esos sueños se concreten prontamente o, como es más frecuente, en cercanías de las elecciones. Por lo pronto, por el hecho que en 2011 se realizarán los comicios para renovar gobernador y vice, se darían las condiciones para que surja algún decreto beneficiando a los trabajadores.