La futura puesta en funcionamiento de la línea San Martín-Catamarca, anunciada por el Gobierno como la solución a los problemas energéticos del Valle Central, es considerada en La Rioja como una amenaza a la calidad del servicio que se ofrece en la capital de la vecina provincia.
Esta situación generó un conflicto entre ambas provincias, no sólo porque La Rioja considera que un tramo de la línea le pertenece, sino porque sumar más usuarios al sistema interconectado para abastecer a Catamarca restaría caudal de electricidad a los riojanos.
El problema, anticipado hace dos semanas por El Esquiú.com, ya se oficializó, y en La Rioja comenzaron las gestiones para frenar la emblemática obra impulsada por el Gobierno catamarqueño.
Un informe publicado por el diario Nueva Rioja indica que “una obra eléctrica catamarqueña afectaría seriamente a La Rioja, ya que la vecina provincia pretende tomar más potencia de la ‘doble terna’ de 132KV, que une Recreo con La Rioja, lo que complicaría el abastecimiento de nuestra provincia”.
El trabajo cita los primeros encuentros oficiales con funcionarios de ministerios de ambas provincias “a partir de la intención de Catamarca de incrementar la cantidad de energía que toma actualmente de la llamada doble terna de 132KV de potencia, que une Recreo con La Rioja”.
Nueva Rioja confirma que “en algunos círculos gubernamentales y legislativos riojanos generó un fuerte malestar la propuesta de la vecina provincia de tomar una nueva línea de la doble terna, a la altura de San Martín. Dicha obra podría poner en riesgo el suministro eléctrico a nuestra provincia y generar serios problemas en temporadas de alto consumo como el verano”.
Políticamente las autoridades de una y otra provincia intentan evitar que se desate una crisis.
“No hay posibilidad de conflicto con Catamarca” dijo el ministro de Infraestructura de La Rioja al ser consultado sobre el tema y negó en forma rotunda que la obra eléctrica que lleva adelante el gobierno catamarqueño pueda afectar a la provisión de energía en La Rioja.
“No existe ninguna posibilidad de conflicto alguno con la provincia de Catamarca, y no hay motivos para instalar en la gente la idea de que Catamarca quiera invadir o afectar la provisión de energía eléctrica de nuestra provincia”, afirmó enfático el ministro Tineo.

Otra realidad

Pese a las declaraciones oficiales, la empresa EDELAR envió el 6 de octubre una solicitud al ENRE nacional para que frene la obra.
EDELAR advirtió sobre los posibles perjuicios para La Rioja y amenazó con elevar el reclamo ante la Corte Suprema de Justicia.
EDELAR, una firma de capitales norteamericanos, distribuye electricidad en La Rioja, San Luis y Salta. A diferencia de lo que ocurre en Catamarca, los riojanos no sufren problemas de suministro, y temen que si Catamarca usa la línea afectará esa calidad de servicio, sobre todo en el área industrial.
Ocurre que La Rioja se abastece de dos líneas, la de 132 KV y la de 500, llamada línea minera, que inauguró Nación hace dos años. Pero esta última todavía no está habilitada. Y los riojanos quieren seguir teniendo pleno uso de la primera, entre otras cosas, porque sostienen que el tramo que va desde Recreo les pertenece. Y hasta aseguran que la obra catamarqueña ni siquiera obtuvo la factibilidad técnica del organismo competente.
La situación se planteó incluso en ámbitos legislativos. El diputado Oscar Chamía fundamentó el envío de comunicaciones a la Función Ejecutiva, para que a través del organismo pertinente, interponga un recurso urgente ante el ENRE (Ente Nacional de Regulación de Energía) para que “resuelva el usufructo arbitrario de la doble terna de 132 KV en el tramo Recreo-La Rioja”.
Y el Ente Único de Control de Privatizaciones riojano (EUCOP) tomó cartas en el asunto, al igual que la distribuidora de La Rioja, EDELAR, la empresa que hizo un planteo ante el ENRE nacional por presumirse perjudicada.