La aprobación del 82% móvil por parte de la Cámara de Senadores de la Nación, como todo proyecto importante o al menos controversial, terminó votándose en horas de la madrugada y, esta vez, volvió a generar estruendosas polémicas alrededor de la figura del vicepresidente de la Nación, Julio Cobos. El hombre, después del empate de 35 votos por la aprobación del proyecto y 35 por el rechazo, debió producir la definición, tal como lo hiciera el 17 de julio del año 2008, cuando expresó el famoso voto “no positivo” por el conflicto gobierno vs. campo. Los cargos de “traicionero”, “okupa” y otros tantos de calibre parecido no se hicieron esperar desde las veredas kirchneristas, al mismo tiempo que desde la Casa Rosada se anunció que, porque existe el peligro de desfinanciar al Estado, habrá veto presidencial.

El senador catamarqueño y ex gobernador, Oscar Castillo, fue el “culpable” del empate en 35 votos. Es que, a pesar de estar en la Capital Federal, faltó al recinto y, con ello, no permitió que los radicales ganaran la votación y, en el caso de los partidarios de Ricardo Alfonsín, de deberle “una factura” al mendocino que busca ser el presidente de los argentinos y aprovecha de estas circunstancias para elevar su figura. Pero lo que interesa a los catamarqueños, la ausencia de Castillo, no pasó desapercibida. Lo llamaron con insistencia de repiqueteo, pero su celular permaneció cerrado. Las voces que lo acercan al kirchnerismo, con los hechos consumados, fueron varias.

Las senadoras que completan la representación catamarqueña en el Senado, Blanca Monllau (UCR) y Lucía Corpacci (FPV), sí estuvieron presentes, y votaron de acuerdo con los cálculos previos. Blanca lo hizo a favor del proyecto y Lucía en contra. Pero también hubo otro catamarqueño que participó, desde afuera, de la sesión. Fue Luis Barrionuevo, que se estacionó en cercanías del Congreso con gremios amigos, y pudo festejar la aprobación. Por fin una sonrisa, Luisito…