Comentario Político

martes, 19 de octubre de 2010 00:00
martes, 19 de octubre de 2010 00:00

Faltan sólo diez días para las elecciones internas del Partido Justicialista de Catamarca y hasta ahora la campaña proselitista no se ve en la calle, salvo unos afiches de Ramón Saadi y una que otra pintada. Desde las distintas líneas se escuchan voces de lamento por la falta de dinero. Al parecer, cada sector y dentro de ellos cada lema, busca ayuda económica en referentes nacionales. Así, por estos días dirigentes peronistas locales fueron a golpear puertas a ministerios, la CGT y a algunos gremios, para pedir una ayudita. Algunos convocados para integrar las diferentes listas se sienten desconcertados porque cuando comenzaron a conformarse los encolumnamientos, creyeron que algunas previsiones ya habían sido tomadas y resulta que ahora se preguntan cómo harán para atraer votantes, afiliados e independientes.

 

En su breve gestión al frente de la Secretaría de Turismo, Edgardo Ávalos mostró gran decisión en poner manos a la obra y hacer todo lo mejor posible. El funcionario tomó nota de cada tropiezo de la gestión anterior, y desde el primer instante se esforzó por actuar exactamente en sentido contrario. De este modo, optó por abrir las puertas de su despacho, por escuchar propuestas, por reunirse con referentes del sector privado y hasta mostró cordialidad e interés ante las requisitorias periodísticas. En resumen, parece haber puesto su mejor empeño en encauzar el rumbo de una de las áreas más cuestionadas y polémicas, focalizándose en el trabajo, una actitud que podrá dar más o menos frutos, pero en principio parece ser la correcta y no está mal reconocerlo.


Sin embargo, este ímpetu viene a respaldar las consideraciones negativas sobre la política oficial en Turismo, tantas veces defendida por el Gobernador Eduardo Brizuela del Moral. Porque Ávalos describe en sus propuestas la necesidad de elaborar un plan estratégico hasta aquí ausente, lo cual viene a ratificar la inexistencia de una política de desarrollo turístico, que es exactamente lo que se cuestionó durante los últimos años. Lo mismo que el Gobierno negaba, aparece ahora confirmado por quien parece tener la intención de revertir un panorama cuya pobreza revelan los números al cabo de cada temporada.
 

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