Quien gobierna tiene la difícil decisión de establecer prioridades en el gasto público. Desde los distintos sectores se exige, con razón y sin ella, mayores partidas presupuestarias para sueldos, insumos, obras y servicios. Algunos reclamos toman estado público, como el de las pocas ordenanzas que desde hace más o menos diez años trabajan limpiando baños, aulas y patios de escuelas y piden ser contratadas, ya que hasta ahora sólo perciben ínfimas sumas de planes sociales. O el de los docentes, los viales y tantos otros que piden por su sector.
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Mientras esto sucede, llama la atención el Decreto GJ (SPG) 1142 del 13 de septiembre último, que dispone otorgar un subsidio de diez mil pesos a una comunicadora social catamarqueña que vive en Alemania. El instrumento legal consigna que el subsidio “será destinado a solventar los gastos que demande la participación de la solicitante en el Congreso Mundial, a realizarse en Ouagadougou, Burkina Faso, Africa (...) atento que la beneficiaria recibirá en dicho Congreso un Certificado por haber sido galardonada en el Premio Internacional a la Excelencia en Periodismo que otorga la reconocida Unión Católica Internacional de la Prensa (UCIP) con sede en Suiza, exponiendo el tema: Abuso Sexual Infantil Intrafamiliar en Catamarca”.
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Está bien. La colega realizó un importante estudio de esa cruel realidad en Catamarca. Pero se casó y se fue a vivir a Alemania. Es difícil entender como prioritario el gasto de diez mil pesos para este destino. Es inevitable preguntar cuál será el beneficio para la población catamarqueña, particularmente para la infancia asolada por el abuso sexual, con la participación de la comunicadora social en el Congreso de Sudáfrica. Sabemos de anteriores participaciones catamarqueñas en este tipo de eventos, realizadas con esfuerzo particular y volcada a nuestra realidad cotidiana. Cuando hay muchas demandas por demás justas, resulta difícil entender que esta ayuda haya sido considerada prioritaria por el gobierno provincial.