Km 20/10

sábado, 2 de octubre de 2010 00:00
sábado, 2 de octubre de 2010 00:00

En octubre de 2006 se llevó a cabo, en Santa María, el IV Congreso Mundial sobre Camélidos Sudamericanos. En esa oportunidad, la Administración Nacional de Aviación Civil-Regional Noroeste (ANAC) inspeccionó el aeródromo de la ciudad del oste catamarqueño y prohibió su utilización, porque la pista de aterrizaje estaba en malas condiciones. Debemos aclarar que la ANAC es el organismo que reemplaza a la Fuerza Aérea Argentina en algunos ámbitos de la Patria y una de sus tareas específicas, entre otras varias, es el control de los aeródromos. Lo cierto y concreto es que, desde esa fecha, no se puede operar en la pista de la “Reina del Yokavil”.
Cuando hace unos meses llevaron la imagen de la Virgen del Valle al departamento limítrofe con Tucumán, por los motivos antes explicados, el avión de la provincia que la trasladaba aterrizó en la pista de la empresa Minera Alumbrera, relativamente cercana a la ciudad cabecera. La situación, obviamente, lleva a pensar que la provincia no hace demasiado por arreglar la pista, a los hechos nos remitimos, porque de alguna manera cuenta con la de la Alumbrera. Pero esa no es la cuestión. Para situaciones más o menos tranquilas y programadas con alguna antelación, las instalaciones mineras seguramente sirven, pero en otras no. Por ejemplo, en casos de emergencia en que un avión deba realizar un vuelo sanitario, la distancia Alumbrera-Santa María puede resultar fatal. Y, por otra parte, una pista de una empresa privada no es lo mismo que un aeródromo público. Cuidado con esto porque, frecuentemente, nos rasgamos las vestiduras por la soberanía sobre Santa María, o nos quejamos porque los santamarianos tienen mejores lazos de comunicación con los tucumanos. ¿Y qué hacemos para contrarrestar esos efectos?

El tema del servicio aéreo en Catamarca siempre, pero siempre, genera un gran debate. Aparte del problema que pueda derivar de los aeródromos, como este de Santa María, también está el servicio efectivo que presta una flota que a la provincia le ha costado mucho dinero. Ayer, sin ir más lejos, existía una emergencia y, frente al pedido de la obra social, la respuesta muy rápida desde la Dirección de Aeronáutica fue que no había pilotos y que alguno de ellos estaban en los Estados Unidos. ¿Qué tal? ¿Y qué hacemos con la emergencia? ¿Dónde queda la función intransferible del Estado?
 

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