El lanzamiento en Catamarca del programa “La Argentina de los más grandes”, el miércoles a la noche en el Predio Ferial, tuvo matices más que incómodos. Debe reconocerse que el público no advirtió la “guerra fría” desatada entre los organizadores, y sólo se dedicó a disfrutar -como corresponde- de una brillante presentación del conjunto folclórico “Los Cuatro de Córdoba”. Pero en las primeras filas la tensión era evidente, debido a comportamientos casi infantiles que sorprenderían a cualquier persona que no esté familiarizada con el mundillo de la política. Ocurre que este programa es impulsado con fondos nacionales a través de organismos como PAMI y ANSES, con una activa participación de la Secretaría de Cultura de la Nación. Para llevar la propuesta al interior, Cultura coordina la tarea con las autoridades del área a nivel provincial, que en el caso catamarqueño se sumaron aportando la cesión del Predio y el sonido. Hasta aquí, un trabajo conjunto muy positivo. Pero al momento de presentar la actividad, surgieron celos y forcejeos increíbles. La gente de Cultura de la Provincia no quería que se ubicaran banners de PAMI y ANSES, y cuando finalmente cedieron ese punto, se “vengaron” micrófono en mano, al ignorar por completo a las autoridades de PAMI y ANSES (locales y nacionales), presentes en la velada. Anunciaron así hasta al último colaborador de Cultura de la provincia, y ni siquiera nombraron a los funcionarios nacionales. Las caras del titular del PAMI, Ramón Figueroa Castellanos y de la Gerencia Regional de ANSES, Gustavo Aguirre, eran más que descriptivas. No era para menos: habían preparado todo para que el mérito se lo adjudicara otro.