Algunos de los principales dirigentes de la oposición se acercaron al Salón de los Patriotas Latinoamericanos de la Casa Rosada para despedir los restos del ex presidente, Néstor Kirchner. Aunque varios eligieron el silencio, otro llamaron a acompañar la gestión de Cristina de Kirchner ante tan duro momento.

El Jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, el radical Ricardo Alfonsín y hasta el peronista disidente, Francisco de Narváez, fueron algunos de los que acercaron para participar del emotivo velatorio y transmitirle sus condolencias a la mandataria.

Por la Coalición Cívica, asistieron Patricia Bullrich, María Eugenia Estensoro, Adrián Pérez, Alfonso Pratt-Gay y Fernanda Reyes; no participó la líder del espacio la diputada Elisa Carrió.

Alfonsín afirmó que "los militantes sabemos que se siente cuando se pierde a un jefe" y destacó que Cristina "es una persona con mucha personalidad y con mucho carácter política".

"La Presidenta tiene una gran formación, es un verdadero cuadro político y va a poder sobrellevar una circunstancia tan dura y va a poder seguir trabajando por el país", señaló Alfonsín al retirarse de la Casa de Gobierno.

Manifestó que "en adelante podamos hacer las cosas mejor, todavía mejor de lo que lo hemos hecho en el pasado".

En tanto, el presidente de la UCR, Ernesto Sanz sostuvo que "la vida sigue institucionalmente. No creemos que hoy sea momento para hacer otro tipo de análisis. Vamos a seguir siendo testimonio de lo que el radicalismo representó siempre: el respeto, la tolerancia y la institucionalidad".

"En este momento debe primar el respeto por el dolor y el compromiso en trabajar todos juntos por una patria grande", agregó.

Sanz llegó a la Casa Rosada junto a una comitiva del partido integrada por el jefe del bloque de senadores, Gerardo Morales; su par de Diputados, Oscar Aguad, los legisladores José Cano, Silvana Gíúdici, Eduardo Costa y Ricardo Gil Lavedra y el secretario del partido, Jesús Rodríguez.

Por otra parte, el secretario general de Libres del Sur, Humberto Tumini, aseguró que "sin deponer" sus "profundas diferencias" con el gobierno, entienden que "hay que ayudar a la Presidenta para que pueda llevar con la mayor normalidad posible el timón del Estado".

"Seguramente no le será fácil ni personal y ni políticamente. Hay que ponerle el hombro, entonces", señaló Tumini.