El Departamento de Estado de EE UU ha emitido este mediodía (hora española) una alerta antiterrorista dirigida a sus ciudadanos para que extremen las precauciones si viajan a Europa ante el riesgo de un atentado terrorista de Al Qaeda.

La decisión responde a las informaciones que manejan los expertos en la lucha antiterrorista sobre un posible plan para atentar de forma coordinada en Reino Unido, Francia y Alemania, según The New York Times, ideado en Pakistán y el norte de África.

La alerta consiste en un boletín en el que se recomienda a los estadounidenses que estén especialmente atentos en lugares con gran aglomeración de gente, como transportes públicos, aeropuertos y enclaves turísticos. No menciona ningún país concreto, según un funcionario británico citado por la BBC.

Por el momento, Washington no se plantea desaconsejar a los ciudadanos que viajen a Europa, según un funcionario citado por el diario neoyorquino, ya que una advertencia de este tipo tendría una gran repercusión sobre el turismo y los viajes de estudios.

"La información actual sugiere que Al Qaeda y otras organizaciones afines continúan con su planes de cometer atentados. Los gobiernos europeos ya han tomado medidas para protegerse contra estos posibles ataques", asegura el comunicado colgado por el Departamento de Estado en su página web. "A los ciudadanos estadounidenses se les recuerda el riesgo de que se produzcan ataques terroristas en redes de transporte público y otras infraestucturas turísticas", añade el texto. "Los terrroristas ya han atacado en el pasado estaciones de metro, trenes e instalaciones aéreas y marítimas".

Tradicionalmente, el Departamento de Estado emite advertencias sobre destinos de una peligrosidad extrema o donde hay disturbios que pueden poner en peligro la vida de los estadounidenses, como ha ocurrido recientemente con México debido a la narcoviolencia, o con Bolivia por las protestas en Potosí. Europa no suele aparecer entre estos lugares.

La prensa occidental informó hace unos días de un posible plan para enviar comandos armados a ciudades europeas, secuestrar a ciudadanos occidentales y asesinarlos, en ataques similares a los que llevaron a cabo contra dos hoteles en la ciudad india de Bombay en 2008.

Los servicios de espionaje occidentales creen que el plan está en fase de preparación, y aunque no se sabe qué lugares exactos planean atacar los terroristas, se cree que son edificios muy conocidos. Aún no se ha detenido a ningún implicado en el complot, aunque no se espera que se lleve a cabo de forma inminente, según la BBC. Varios sospechosos están bajo vigilancia. Se trata de ciudadanos británicos de origen paquistaní, y alemanes de origen afgano.

La secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Janet Napolitano, advirtió hace unos días de que Occidente se enfrenta a "un incremento de la actividad" de grupos terroristas afiliados a Al Qaeda y que podrían llevar a cabo ataques con "armas pequeñas".