km 20/10

domingo, 3 de octubre de 2010 00:00
domingo, 3 de octubre de 2010 00:00

La polémica instaurada por un acta de inspección, supuestamente “trucha”, sobre la construcción de un edificio de departamentos en la esquina de 25 de Mayo y Chacabuco, en la que se denunciaba que se habrían utilizado materiales inapropiados para la envergadura del inmueble, generó una denuncia penal en contra del jefe de inspectores de la Dirección de Obras Particulares de la Municipalidad de la Capital y de un subalterno. Se trata de Mario Aragón, quien el pasado viernes fue indagado por el fiscal de Instrucción Nº 4, Ezequiel Walther, por el supuesto delito de “falsedad ideológica en concurso ideal con incumplimiento de los deberes de funcionario público”. La acusación se originó tras la presentación de los abogados de la constructora y la investigación determinó, con alto grado de probabilidad, que habría sido fraguada el acta de constatación en la que supuestamente se detectaron irregularidades. Aragón se negó a prestar declaración al ser indagado.

La semana que viene será indagado otro inspector, bajo el mismo cargo, y entonces veremos qué pasa. Por lo pronto, voces cercanas a la Fiscalía indicaron a El Esquiú, el medio que adelantó en exclusivo esta tema en sus ediciones de miércoles y jueves de la semana pasada, que ya existirían elementos para decretar la imputación. La obra, cabe destacarlo, la lleva adelante la empresa constructora del ex diputado nacional Eduardo Pastoriza.

Don Luis Alberto Cárdenas es un correcto y conocido ciudadano de nuestro medio que ha tenido actuación pública a través de escritos en los diarios de Catamarca o de su participación, loable desde todo punto de vista, en la causa de beatificación de Fray Mamerto Esquiú. En su ancianidad sigue preocupado por temas que, para muchos, pueden resultar banales, como proponer una bandera para el municipio capitalino fundamentada en los valores religiosos y sociales de múltiples centurias, en la certeza de que la Virgen del Valle es la reina y patrona celestial del pueblo de Catamarca. Lo cierto es que la iniciativa habría sido rechazada, quizá porque el municipio ya tiene otra bandera, lo que ha molestado a don Cárdenas y lo ha puesto “muy chivo” con las máximas autoridades municipales y las del Concejo Deliberante. Más allá de cómo termine esta historia, que alguien piense en la institucionalidad, desde las formas, resulta muy bueno.
 

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