Caso Apablaza

Chile presentó una queja formal

Por la decisión del gobierno de Cristina.
lunes, 4 de octubre de 2010 00:00
lunes, 4 de octubre de 2010 00:00

El presidente de Chile, Sebastián Piñera, volvió a cuestionar duramente la decisión de la Comisión Nacional de Refugiados de la Argentina (CONARE, dependiente del Ministerio del Interior) de otorgarle refugio al ex líder guerrillero chileno Galvarino Apablaza Guerra, acusado en su país por el asesinato, en 1991 y ya en democracia, de un senador que había sido colaborador del dictador Augusto Pinochet y por el secuestro de un empresario. En otro paso en el caso, la Cancillería de Chile citó para esta tarde al embajador argentino en Santiago, Ginés González García, para transmitirle formalmente el descontento del gobierno de Piñera.

 


"El asesinato del senador Jaime Guzmán y el secuestro de Cristián Edwards (directivo del diario El Mercurio) son crímenes que no pueden quedar impunes, como ningún crimen. No comparto y lamento profundamente que la decisión de la CONARE esté impidiendo que la justicia chilena conozca este crimen, porque en el fondo está contribuyendo a una impunidad que no le hace bien ni a la justicia ni al país", afirmó Piñera en declaraciones radiales que cita el sitio del periódico La Tercera.

 


El mandatario analizó esta mañana, en una reunión con el embajador de Chile en Buenos Aires, Adolfo Zaldívar, y el canciller Alfredo Moreno los fundamentos que esgrimió la CONARE para darle refugio al ex jefe del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) después de que la Corte Suprema argentina indicara que la extradición reclamada por Santiago era procedente.

 


Tras el encuentro, el canciller Moreno confirmó que citó para hoy mismo al embajador González García."Le voy a hacer entrega del pensamiento chileno sobre esta materia", añadió el ministro de Piñera. Hasta esta mañana, los medios chilenos citaban a fuentes del gobierno que aseguraban que Piñera intentaría dar por cerrado el caso para "no 'apablizar' la agenda y cuidar la relación" bilateral. Sin embargo, la Unión Demócrata Independiente (UDI, oficialista y a que fue fundada por el asesinado Guzmán), sigue con su ofensiva para endurecer la postura frente a la Casa Rosada.

 


Desde Alemania, adonde viajó junto a la Presidenta, el canciller argentino, Héctor Timerman, insistía esta mañana en que el caso no afectará las relaciones bilaterales. En declaraciones a la radio La Red, además, desestimó como "una payasada" los cuestionamientos de legisladores chilenos que vincularon la decisión argentina a una cuestión electoral o el supuesto miedo a lo que pudiera decir la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini.

 


Desde el PRO, el diputado Christian Gribaudo -que ya había presentado la semana pasada un proyecto exhortando al Ejecutivo a que extraditara a Apablaza, volvió a cuestionar la política del kirchnerismo. "No terminamos de cerrar un conflicto con un país hermano, como Uruguay por Botnia, y abrimos gratuitamente uno nuevo con Chile. Timerman debería ponerse el saco de canciller y sacarse un rato el de opinólogo radicalizado. Las relaciones internacionales no se construyen por Twitter", disparó, al tiempo que opinó que "no se puede dar asilo a alguien acusado de matar dirigentes en democracia".

 


El caso, reimpulsado en Chile tras las declaraciones de un ex compañero de Apablaza en la dirección del FPMR deslizara que el exiliado en la Argentina –durante los primeros años, con nombre falso- tuvo responsabilidad en la decisión de asesinar a Guzmán y secuestrar a Edwards, originó fuertes roces entre los propios poderes de la Argentina.

 


El fin de semana, Fernández de Kirchner formuló, a través de la red social Twitter, durísimas críticas a la decisión de la Corte de otorgar la extradición –ahora frenada a partir de que el Gobierno le dio al ex guerrillero el status de refugiado-, mientras que, casi en paralelo, el vicepresidente Julio Cobos salió a defender al máximo tribunal.

 

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