Una de las perforadoras se acerca a los mineros atrapados en Chile

Alcanzó hoy los 519 metros de un total de 632 que debe excavar.
miércoles, 6 de octubre de 2010 00:00
miércoles, 6 de octubre de 2010 00:00

El equipo de rescate de 33 mineros
atrapados hace dos meses a 700 metros de profundidad recibió el
miércoles una gigantesca grúa para evacuar a los trabajadores, tan
pesada quizás como la decisión que debe tomar sobre si reforzar o
no el interior del túnel por el que saldrán los obreros.
La decisión de reforzar con tubos de acero el túnel es crucial.
Si no se hace, los plazos para el rescate se acortan, pero al
mismo tiempo si algo sale mal --como que se atasque jaula en la que
serán izados los MINEROS uno a uno-- el daño puede ser enorme,
según distintos especialistas.
Los médicos y encargados de atender a los MINEROS atrapados
desde el 5 de agosto dijeron a los periodistas que recibieron como
donación de la empresa de lentes Oakley, en California, 35 pares de
anteojos, dos de ellos para los ministros de Minería, Laurence
Golborne, y de Salud, Jaime Mañalich.
Los MINEROS deberán cerrar los ojos al acercarse a la superficie
y, ya afuera, esos lentes les serán colocados para evitar daño a su
vista después de estar más de dos meses en penumbras. Primero, en
oscuridad total, y luego aunque luego recibieron luz artificial
desde la superficie, ésta no se compara con la potencia del sol
luminoso de esta zona en medio del desierto.
''Son MINEROS, no vampiros'', dijo Jean Romagnoli, médico y
preparador físico de los MINEROS, consultado si se teme daños a la
vista por el sol.
Agregó que antes de subir, los 33 tendrán que ayunar ocho horas
para evitar malestares en la subida.
Alejandro Pino, de la Asociación Chilena de Seguridad (laboral)
destacó que desde el viernes pasado y hasta el próximo viernes, los
MINEROS tendrán una hora diaria de entrenamiento para enfrentar a
la prensa.
''Los veo extraordinariamente bien...están dispuestos'' a hablar
con la prensa, dijo Pino. El entrenamiento incluirá preguntas
''feas, malas e indiscretas'', sobre su experiencia abajo, su vida
personal y la familia.
Además de la grúa llegaron, a la mina 16 rescatistas,
encabezados por Ovidio Rodríguez, un ingeniero en minas.
''Sin duda es una de las tareas más difíciles'', dijo Rodríguez.
''Estamos muy confiados en que esta misión va a ser exitosa''.
René Aguilar, que dirige el operativo de la jaula o cápsula y de
los rescatistas, ratificó que dos socorristas descenderán al fondo
del socavón y decidirán el orden de subida de los 33, mientras
otros cuatro los recibirán arriba. Hay suficientes rescatistas para
realizar turnos de unas 12 horas cada uno.
Entretanto, el equipo que maneja las perforadoras recibió en la
jornada siete brillantes camiones rojos llegados de Santiago, 850
kilómetros al sur, llevando partes de una gigantesca grúa que puede
elevar hasta 400 toneladas, y que bajará y subirá la cápsula, y se
usará en el reforzamiento con tubos, o ''casing'', del túnel.
''Tenemos que reducir los riegos'', dijo Aguilar, subjefe del
operativo de rescate.
Los riegos, han dicho Aguilar y el jefe del operativo, André
Sougarret, es que pueda trabarse la jaula en un segmento del túnel,
que no es totalmente vertical sino que tiene una inclinación como
una suerte de suave cascada de agua, que al caer a un lago o río
llega vertical.
Debido a esa inclinación existen riesgos al introducir los tubos
de acero de 12 metros cada uno, desde abajo hacia arriba, debido a
esos grados de inclinación, ya que si bien los tubos tienen cierta
flexibilidad, se desconoce con exactitud cuánta resistencia tienen.
El profesor Miguel Mellado, director de Ingenieria en
Construcción de la Universidad Central, dijo a AP que, basándose en
la información disponible hasta ahora, es preferible reforzar todo
el pozo.
Se sabe que en los primeros 100 ó 150 metros la roca está
fracturada. ''Si la roca está en buen estado no sería necesario
encamisar la parte más cercana adonde se encuentran los MINEROS''.
Dijo que el riesgo de no reforzar el túnel es que ''con el roce
y con la fricción, la cápsula puede quedar atrapada o se pueden
producir desprendimientos y generar la obstrucción del pozo''
Añadió que también está la posibilidad de que al desprenderse
rocas, caigan al fondo como un verdadero proyectil, desde una
altura equivalente a un edificio de 210 pisos''.
Omar Gallardo, ingeniero en minas, profesor del Departamento de
Ingeniería de la Universidad de Santiago, dijo a la AP que ''el
problema del encamisamiento va a depender de cómo se presente la
superficie de esas perforaciones''.
Si las superficies son suaves y lisas y no hay posibilidad de
desprendimiento de rocas y ''no es necesario encamisar'', pero si
se pone irregular, ''hay que reforzar sí o sí'', agregó.
''Con la información disponible, y para no correr ningún riesgo,
yo encamisaría. Seria lo menos riesgoso para los MINEROS'',
concluyó.
La decisión la tomarán Sougarret y su equipo.
Sougarret informó que una de las tres perforadoras que cavan la
roca, la T130 o Plan B de rescate, avanzó hasta los 519 metros de
profundidad y su meta son los 624 metros.
La T130 está paralizada para cambiar sus martillos, que sufren
un fuerte desgaste por la dureza de la roca en los metros finales
para llegar al taller cercano al refugio donde esperan los MINEROS.
''Coincidentemente, en este punto (de profundidad) estamos a un
metro de una galería; por lo tanto tenemos que pasar con muy baja
presión...para evitar cualquier desmoronamiento de la galería'',
indicó Aguilar.
 

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