"Le pido que mueva los hilos necesarios, esto no puede seguir pasando", dijo emocionada la madre del modelo asesinado en Liniers. El acto, convocado por familiares de víctimas, reunió a unas 7 mil personas.
 

Con el dolor convertido en una cicatriz que atraviesa rostros y discursos, Plaza de Mayo fue escenario esta noche de un dramático pedido de mayor seguridad. La movilización fue encabezada por los familiares de Matías Berardi, el adolescente secuestrado y asesinado en Campana, y del modelo Diego Rodríguez, quien murió el lunes en Liniers durante un intento de robo.

"Le pido a la Presidenta que mueva los hilos necesarios, y se lo digo con todo el amor de madre a ella que es madre, esto no puede seguir pasando", dijo emocionada Matilde Rodríguez, la madre de Diego, que recibió un balazo de delincuentes que intentaban llevarse su camioneta. "¿Qué me vienen a mí con la sensación de inseguridad, cuando se vive en carne propia; vi a mi hijo en un charco de sangre, con un tiro en la cabeza, asesinado por gente que tiene ganas de matar por matar", agregó.

La convocatoria, que también un fuerte impulso en las redes sociales, surgió luego de los crímenes del adolescente Matías Berardi, asesinado tras ser secuestrado, y del joven modelo Diego Rodríguez, ejecutado de un balazo cuando quisieron robarle. También participaron familiares y amigos de otras víctimas del delito. Y se sumó en forma espontánea gente que salía de sus trabajos. Según estimaciones, participaron unas 7 mil personas.

La familia del modelo, durante el acto, también pidió "respeto, sin banderías". Y se preocupó en aclarar que no se trató de una marcha contra el Gobierno. "A la gente que puede hacerlo, que nos cuide, porque nos están matando como perros", pidió. "No pueden truncar la vida de un chico sano con valores. ¿Qué buscan? ¿Sólo delincuentes para este país?", exclamó.

Matilde se sumó a la marcha, originalmente convocada por la familia de Matías Berardi, "para pedir si de una vez por todas se despiertan las autoridades". Y sobre crimen de su hijo reflexionó: "Cuando me llamaron por teléfono no lo podía creer (...) la vida se te da vuelta, yo pensaba que no me iba a tocar nunca".