El tiempo político se vive a pleno. A la interna justicialista, plagada de controversias y mentiras cruzadas, le sigue ahora la eterna pelea por la conducción de la Cámara Baja, los escandaletes del intendente Guaraz y la ebullición que significa estar a cuatro meses de la elección provincial, la que seguramente se desarrollará el domingo 6 de marzo. Obviamente, desde ya estamos anunciando que el verano 2010-2011 no será nada tranquilo y, posiblemente, los meses de enero y febrero sean de proselitismo puro. Por lo pronto, en los distintos comandos se maneja esa hipótesis de trabajo que terminará de confirmarse en cercanías de los fastos navideños, cuando se produzca el anuncio oficial del llamado a elecciones.

******

La Cámara de Diputados, dentro de este panorama, es por estos días un auténtico partido de ajedrez en el que nadie puede asegurar que tiene posiciones estratégicas como para ganar la disputa. El tema central es si el oficialismo reconquista el feudo de Ayacucho y República, que parecía haber conseguido con las elecciones de marzo de 2009, o si la oposición y sus aliados radicales le vuelven a birlar la conducción y mantienen el caudal de puestos políticos que, con una maniobra en la que dejaron semi nocaut a Pablo Millán y compañía, lograron capturar en diciembre de 2009.

******

Entre los estrategas oficialistas hay bronca por la última jugada de Millán y hasta piensan bajarlo del bloque. Dicen que movió las piezas equivocadamente y permitió que se rearme la oposición. ¿Realmente es así? Creemos que no y, simplemente, agregamos que la batalla no ha concluido ni terminará hasta el momento mismo que se reúna el cuerpo para tratar la elección de autoridades, lo que ocurrirá el 30 de noviembre (¿o recién será en mayo de 2011?). No olvidarse que la UCR ha ganado amigos importantes a raíz de la interna pejotista y, hay que tenerlo en cuenta, por qué no puede surgir alguna sorpresa. No impacientarse, falta poco y todos los días se respira política.