El gobierno español anunció ayer que regulará por ley la sedación para evitar el sufrimiento de enfermos terminales y garantizar los derechos de los pacientes a “morir dignamente”.

“No se trata de una ley de eutanasia, eso es una decisión personal”, aclaró el vicepresidente primero y portavoz del Ejecutivo español, Alfredo Pérez Rubalcaba.

La denominada “ley sobre Cuidados Paliativos y Muerte Digna” que el gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero tiene previsto aprobar en marzo de 2011 es similar a la regulación que ya existe en otros países europeos como Francia.

En España, la comunidad de Andalucía ya cuenta con una norma de este tipo, aprobada en marzo de este año. Con la mencionada ley se tratará de “garantizar que los enfermos terminales tengan acceso a los necesarios para que mueran sin sufrimiento”, sostuvo Rubalcaba en la habitual conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros de los viernes.

El “número dos” del Ejecutivo español explicó que se aplicaría a aquellas situaciones en las que el enfermo va a morir “irremediablemente” y sólo les queda un “calvario antes de morir”. “Se trata de una normativa para personas desahuciadas clínicamente”, dijo Rubalcaba.

Para estos casos, señaló, “la medicina tiene mecanismos para que la muerte, que es inevitable, se produzca dignamente, es decir, sin sufrimiento”, tanto para el paciente como la familia. Rubalcaba matizó que la ley “no tiene nada que ver con la eutanasia”, que es “una decisión de alguien que sencillamente por la razón que quiera, porque está enfermo, decide morirse”.

De esta forma, se pretende regular la relación entre los médicos y los familiares del paciente cuando un enfermo terminal que está sufriendo mucho dolor ingresa a un hospital.

La regulación llega cinco años después del caso “Leganés”, la acusación por homicidio que enfrentó el servicio de Urgencias del hospital Severo Ochoa de esa localidad de Madrid por practicar presuntamente 400 sedaciones terminales.

El proceso, que se inició por una denuncia anónima, se archivó dos años después, pero reavivó del debate social sobre la indefensión de los médicos cuando intentan aliviar el dolor de los enfermos que van a morir.

Años antes, la muerte en 1998 del tetrapléjico Ramón Sanpedro(cuya historia relata el film “Mar Adentro” de Alejandro Amenábar y protagonizado por Javier Bardem), quien se quitó la vida con ayuda de su novia, monopolizó el debate en torno a la eutanasia o el suicidio asistido.

Tras el anuncio del gobierno, el portavoz de la Asociación Derecho a Morir Dignamente, César Caballero, dijo a la prensa que se trata de una medida "electoralista" y no supondrá ningún avance mientras no se despenalice el suicidio asistido”.

Según Caballero, los países que más han avanzado en este campo primero despenalizaron el suicidio asistido, como Holanda y Bélgica.