El Comité de Integración ATACALAR, que funciona desde 1996 y que tiene como objetivo supremo desarrollar y comunicar la región centro-oeste de la Argentina con la República de Chile, se reunió esta semana en la provincia de Córdoba. Allí estuvo Juan Schiaretti, el gobernador anfitrión, lo mismo que Eduardo Brizuela del Moral, los enviados de La Rioja y Santiago del Estero, el embajador argentino en la nación hermana, cónsules y autoridades de Atacama. Se reafirmaron viejas y nuevas premisas, todas a favor de mirar los mercados de Oriente como factor decisivo para incrementar exportaciones o de establecer arreglos estratégicos entre la Argentina y Chile, naciones hermanas por geografía e historia. Ahora también, tal como lo reafirmó el mandatario catamarqueño, por cuestiones económicas.

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En medio de las acciones y los buenos deseos, como se sabe, está el Paso San Francisco, un corredor que puede llegar a ser de importancia vital para Catamarca en un futuro no muy lejano. Cuidarlo, promocionarlo y aprovecharlo deben ser objetivos comunes de la clase política en general. También de generar el valor agregado que, cuando la travesía puneña tenga mayor fluidez, podrá ser aprovechado al máximo, más allá de lo estrictamente económico. Por ejemplo, desde la visión del turismo, un paso fronterizo como el nuestro es un atractivo extraordinario.

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A propósito del Paso de San Francisco, muy buenas las obras de emergencia que Vialidad Nacional está llevando a cabo en el tramo comprendido entre Fiambalá y la quebrada de Las Angosturas, un “trabajito” que está presupuestado en una suma superior a los 12.000.000 de pesos. Se trata de la reparación y acondicionamiento de cauces y banquinas, reubicación de badenes, defensas y mejora de cunetas, aparte de alcantarillas sobre el río Abaucán y el arroyo La Neblina.