El rumor surgió de una nota con el senador Víctor “El Gato” Luna que publicó, hace un mes y medio, El Esquiú. Como una forma de avalar la legal “Re-Reelección” de Brizuela, el legislador le aconsejaba a Ricardo Guzmán que, apelando a la Justicia, intentara un tercer mandato, algo que prohíbe la Carta Orgánica municipal. Luna explicaba que el intendente de Pomán, Francisco Gordillo, había conseguido aval para una tercera postulación y, por esa vía, pudo seguir. Lo que le faltó aclarar (a Luna) fue que la decisión judicial tuvo que ver con un municipio que no tenía Carta Orgánica, lo que no es lo mismo que aquel que si la tiene y que, aparte, especifica con claridad que un ciudadano solamente puede ser intendente por dos mandatos consecutivos, no más. Si una Carta Orgánica es para el municipio el equivalente de la Constitución para la provincia, no hay mucho más que hablar.

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Ya hubo problemas y un largo debate, en 1999, cuando el actual gobernador resolvió postularse para un tercer mandato en el municipio. Lo logró, pero anteponiendo un argumento que, por lo menos, servía como pretexto adecuado. Brizuela del Moral y sus asesores estimaban que la Carta Orgánica se sancionó cuando él ejercía el primer mandato, por lo tanto no se le podía imprimir efecto retroactivo a la norma y dar como válido ese primer mandato. Se impuso este criterio y hubo reelección, no rereelección. Con esta lógica, y siguiendo la ley, Brizuela del Moral no hubiera podido ser candidato a intendente en 2003, por los mismos motivos que Ricardo Guzmán no puede seguir más allá del 2011.

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Por último, la idea del senador Luna, podría disparar un cuadro de institucionalidad de extrema gravedad. Se violaría la ley de manera flagrante y no sólo en la Capital, sino en una gran cantidad de municipios, lo que derivaría en otro gran problema: convertiría al ser intendente en un puesto “vitalicio” y prácticamente no habría renovación de autoridades. Más claro: regiría la ley del “vale todo”.