A la indisimulada connivencia entre sectores del gobierno y la línea interna peronista que responde al diputado Jorge Moreno, que ha quedado inscripta en casi todas las paredes del Valle Central, también debe sumarse otra alianza que ha sabido hilvanar el ganador de la candidatura a gobernador: la que hizo con la conducción del PJ y más precisamente con su titular, Daniel Barros. Prácticamente todas las instancias de definición del Consejo Provincial, o de la Junta Electoral que nombró el Consejo Provincial, se inclinaron a favor de los intereses que perseguía Moreno, cuyos objetivos se han cumplido ciento por ciento. “Si sabíamos que las cosas iban a ser así, era mejor no hacer la interna”, comentaban algunos desilusionados peronistas en la madrugada del martes, a minutos de haber terminado el conteo de votos de la Capital.
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Lo de Daniel Barros, además, fue muy explícito. El mismo domingo, cuando todavía no se conocían los números oficiales de la elección, declaró a los medios “Ha triunfado una lista bien catamarqueña”, en referencia al previsible triunfo del sector de Jorge Moreno que, finalmente, se confirmó. Que lo haya dicho un militante cualquiera vaya y pase, pero que lo diga el presidente del PJ es diferente porque contraría la equidistancia que debería tener alguien que, en gran medida, debe oficiar como árbitro. Aparte, la frase empleada estuvo dirigida al representante de la lista perdedora, o sea Saadi.
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Como se recordará, veinte días antes de la elección, el ex gobernador atacó sin piedad al presidente del PJ, a quien trató con frases peyorativas. Esta vez, Barros le devolvió gentilezas, en forma indirecta, con una referencia nada inocente. Es que Ramón Saadi, aunque sea hijo de reconocidos ciudadanos de la provincia, circunstancialmente nació en Mar del Plata y vivió en Buenos Aires muchos años de su niñez y juventud. Este hecho le valió una serie de impugnaciones, en 1983, cuando fue ungido candidato a gobernador. Y ahora, con la hiperbólica expresión, Daniel Barros se tomó desquite de Saadi. Ergo: no lo considera “bien catamarqueño”.