En la primera entrevista tras dejar la presidencia de Estados Unidos, George Bush hijo admitió que se irritó cuando las fuerzas armadas de la coalición que invadieron Irak encabezadas por su país no hallaron armas de destrucción masiva, pero defendió la decisión de atacar al país asiático para eliminar a Saddam Hussein.

Bush apareció en la televisión anoche, en víspera de la llegada a las librerías de Estados Unidos de sus memorias tituladas "Decision Points", y relató en una entrevista grabada por la cadena NBC que es "una cuestión muy hipotética", preguntar si hubiese realizado la invasión conociendo lo ocurrido, según recogió la agencia alemana DPA

"Quiero decir definitivamente que el mundo es mejor sin Saddam Hussein en el poder, en vista de que hay 25 millones de personas que ahora tienen la posibilidad de vivir en libertad", indicó Bush. Añadió que como ex presidente uno no tiene el "lujo" de mirar hacia atrás en el tiempo.

"Decision Points" refleja su vida y ocho años en la Casa Blanca, cubriendo temas que van desde el abandono de la bebida, su reacción emocional frente a los atentados del 11 de septiembre de 2001, Irak, así como su política de emplear tortura en interrogatorios a presuntos terroristas detenidos fuera de la jurisdicción de tribunal alguno.

En el libro, Bush argumenta que cree que las "técnicas duras" eran necesarias para obligar a presuntos terroristas a divulgar información sobre potenciales ataques.

Torturas. Recordó haberle dicho a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) que lo hiciera cuando le pidieron autorización para usar el método de ahogamiento simulado, conocido como "submarino", con Jalid Sheij Mohammed, considerado el cerebro de los ataques del 11 de septiembre.

"Quiero decirle esto: usar esas técnicas salvó vidas", indicó Bush e instó a las personas a leer su libro y sacar sus propias conclusiones. "Mi tarea era proteger Estados Unidos y lo hice".

Bush se mantuvo alejado de la opinión pública desde que dejó la Casa Blanca en enero de 2009, debido a que no era popular ni en Estados Unidos ni en el extranjero. Sólo tuvo algunas apariciones en convenciones de negocios y, junto con el también ex presidente Bill Clinton, recaudó dinero para Haití tras el terremoto de enero.

La entrevista emitida el lunes fue la primera de varias previstas para promocionar el libro. También tiene planeado realizar una gira con el mismo fin.