E.S.Q.

lunes, 23 de agosto de 2010 00:00
lunes, 23 de agosto de 2010 00:00

A la posible candidatura del ingeniero Eduardo Pastoriza para las elecciones de 2011, que adelantamos ayer en esta columna, podría sumarse la de Rubén Manzi, el médico que milita en la Coalición Cívica. ¿Es posible un acuerdo de este tipo en la provincia, cuando a nivel nacional las huestes de Lilita Carrió son enemigas acérrimas de la Casa Rosada? Ciertamente es difícil, pero de ninguna manera imposible. Tanto que en cercanías de Manzi se acepta que, efectivamente, hubo conversaciones y se analizan diferentes tipos de alianza. Sea como sea, el nombre del ex diputado provincial estaría ya en la mesa donde se discuten posibles candidaturas, y su extracción peronista podría favorecer un eventual acuerdo. Lo que si se aclaró, al menos por ahora, es que esta posibilidad está contemplada únicamente para los comicios provinciales del mes de marzo.


Dentro del Frente para la Victoria, a nivel local, es notoriamente público que las nominaciones principales surgirían de los nombres de Dalmacio Mera y Lucía Corpacci, quienes precisamente fueron candidatos del sector en la elección de octubre de 2009, cuando ganaron las bancas que actualmente ocupan en el Congreso de la Nación. La idea, compartida por uno y otra, es la de trabajar en conjunto, al menos hasta fines del presente año o comienzos de 2011, y luego aceptar los resultados de las encuestas para definir posicionamientos. Claro que, además de ellos, hay otros nombres o figuras que pueden terciar, como Pastoriza, Raúl Jalil y hasta el nombrado Rubén Manzi.


En lo que hace al ex diputado Raúl Jalil, hay secreteos que hablan de posturas distintas. Una, alentada por el asesor presidencial Juan Carlos Masson, lo ubica compartiendo listas con la dupla Pastoriza-Corpacci en el Frente para la Victoria, para intentar repetir aquel histórico triunfo de 2005 sobre el Frente Cívico. La otra especulación lo coloca en una vereda totalmente opuesta, como que se lo señala como eventual candidato de la orgánica partidaria para las elecciones internas del 31 de octubre. Mientras el hombre “deshoja la margarita” pensando qué hacer, los relojes de la política avanzan inexorablemente y se acerca el momento de definir posturas.

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