EL SECRETARIO

martes, 24 de agosto de 2010 00:00
martes, 24 de agosto de 2010 00:00

Al gobernador radical de Catamarca y sus antecesores, también radicales, les ha ido muy bien con las planificaciones electorales de los últimos tres lustros. Siguiendo lo que, puntualmente, dice la Constitución provincial sobre el llamado a elecciones, aprovecharon y aprovechan al ciento por ciento la facultad de convocar cuando les conviene y, de paso, acomodan los tiempos políticos a sus propios intereses. El texto constitucional indica que el Poder Ejecutivo podrá hacer la convocatoria “en coincidencia con las elecciones nacionales, o algún domingo del mes de marzo”, lo que significa que en 2011 se podría votar en octubre, mes en el que se desarrollarán las presidenciales, o en marzo. A pesar de que el ingeniero Eduardo Brizuela del Moral ha expresado el lunes pasado, durante el aniversario de creación de la Policía, que la fecha no está definida, el sentido común indica que el radicalismo no cambiará la lógica que le ha dado tantos triunfos. Más claro: el mandatario sabe que los cargos provinciales se elegirán en marzo, pero el anuncio oficial lo hará, como en oportunidades anteriores, cerca de las fiestas de fin de año.


Siguiendo con el tema, esta columna adelantó la semana anterior que los comicios se realizarán el 6 de marzo. Aquí podría haber alguna variante, como ser que, en lugar del domingo 6, se vote el 13, el 20 o el 27, pero siempre dentro del mismo mes. Que Brizuela del Moral, además de su círculo íntimo, se reserve el dictado formal de la fecha se enmarca dentro de la ley, aunque de antemano sepa cómo será el cronograma político. Solamente pensar en realizar las elecciones en coincidencia con las nacionales, está claro, no entra en la cabeza de ningún radical y esto también tiene sus buenas explicaciones.

 

Llevar los comicios provinciales a octubre del 2011 es tan improbable como pretender sofocar un incendio con gasolina. El Frente Cívico lo sabe muy bien. Resignaría, entre otras cosas, la oportunidad de aprovechar la influencia de los medios nacionales, que siempre lo han favorecido y, lo que es peor, le daría chances al peronismo de armarse de otra manera, con más de seis meses de tiempo para conciliar sus eternas diferencias. Conclusión final: Brizuela dice que la fecha no está definida porque no le conviene hacerlo, como tampoco le conviene asegurar su postulación, lo que será materia de otro análisis.

Comentarios