Columna Política
Después de largas conversaciones, finalmente el Partido Justicialista de Catamarca ha resuelto la convocatoria a elecciones internas para el domingo 31 de octubre de 2010. Se trata de un hecho trascendente en la vida institucional de la principal oposición política de la provincia y puede marcar, conforme al nivel de participación, las formas en que se llegará a las elecciones provinciales de marzo. Que deban elegirse autoridades partidarias y candidatos para todos los cargos que se pondrán en disputa en el 2011, convierten a la compulsa en un atractivo muy especial, pero habrá que ver cuáles son los contendientes y el nivel de movilización que pueda alcanzarse. El oficialismo partidario, que orienta el ex legislador nacional José Luis Barrionuevo, será uno de los protagonistas excluyentes, pero también aseguran que darán batalla otros sectores, como la llamada renovación peronista, la importante fracción que orienta el ex gobernador Ramón Saadi y también el Frente para la Victoria.
De confirmarse estas presencias, algo que momentáneamente nadie puede asegurar, las distintas expresiones del peronismo que concurrieron a las elecciones del año 2009 volverían a sostener una nueva batalla, pero ahora puertas adentro del Partido que, en democracia, es lo que corresponde hacer. En 30 días, cuando deban presentarse las listas de candidatos, se sabrá a ciencia cierta qué destino puede tener esta interna que, en medio de notorias contradicciones, todos la piden pero pocos se animan a sostenerla. Con la convocatoria oficializada, las especulaciones pueden comenzar a desvanecerse para dar paso a los hechos efectivos. Lo más probable es que el barrionuevismo y la renovación armen listas o hasta puedan conformar una alianza, pero el resto del espectro peronista seguramente pedirá garantías generales y, para bien del partido, habrá que concederlas.
Muchas dudas hay respecto a esta interna en el sadismo, sector donde hubo gran actividad en los últimos tiempos, pero en momento alguno se ha confirmado la participación. Peor todavía. En las pintadas callejeras, el sadismo hace referencias a su jefe máximo, pero nunca deja de lado al MAP (Movimiento de Afirmación Popular), el sello propio del ex gobernador que puede utilizarse en cualquier momento, especialmente cuando no se logran acuerdos. En otra posición, está el Frente para la Victoria, que está de acuerdo con la convocatoria, pero quiere reglas totalmente claras para presentar candidatos. Si las cosas no son así, la ruptura tan temida estaría al orden del día.