Columna Política

miércoles, 1 de septiembre de 2010 00:00
miércoles, 1 de septiembre de 2010 00:00

La inauguración del estadio “Ciudad de Catamarca”, en materia de obras públicas, abre invariablemente la agenda oficialista. No en vano, desde el año anterior, se suceden los anuncios para su inauguración y, al final, por motivos múltiples, siguen superponiéndose las fechas para que el gigante de cemento del barrio “ferial” abra sus puertas. Primero fue en 2009, después el 25 de mayo, más tarde el 9 de julio y, finalmente, el 25 de agosto. Ahora, por dichos del propio gobernador, la puesta en marcha será en noviembre y, desde ya, se están preparando los fastos. Por ello, la Secretaria de Deportes, Juanita Fernández de Collantes, fue a ver al mandamás de la AFA, Julio Grondona, a los efectos de invitarlo y pedirle ayuda para armar un partido inicial con algún visitante ilustre.

 

La posibilidad que se juegue algún partido de la Copa América, o que se presente la selección argentina, ha sido descartada tras el cónclave Juanita-Julio. Lo máximo que la entidad rectora del fútbol nacional podría ofrecer sería un equipo juvenil (¿no sería mejor un Talleres de Córdoba o un San Martín de Tucumán?) para que, posiblemente, enfrente a Policial o a algún combinado local. Queda bastante lejos de lo que la AFA le brindó a Salta cuando inauguró un estadio como el que tendrá Catamarca. Entonces vino a tierras norteñas la selección mayor y quedaron asegurados, para el futuro, certámenes de verano con la participación de los grandes del fútbol nacional, esto es, Boca, River, Independiente, Racing o San Lorenzo de Almagro. Con el 50% de lo que han asegurado los salteños en materia de espectáculos futbolísticos, que se incluyen dentro de sus políticas de turismo, los catamarqueños quedaríamos chochos.

 

La inauguración del estadio, por afuera de las explicaciones precedentes, tiene especial interés del gobierno. Se trata de una obra importante, aunque públicamente no ha sido considerada prioritaria, con la que se pretende dar un gran golpe político antes de las elecciones de marzo del 2011. El tiempo dirá si, efectivamente, el emprendimiento llevado adelante, con dineros de la minería, subyuga en una provincia donde la tradición futbolística no es, precisamente, su característica saliente.

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