Columna Política

viernes, 10 de septiembre de 2010 00:00
viernes, 10 de septiembre de 2010 00:00

La de hoy es considerada una fecha clave en el marco de la interna peronista. Las autoridades partidarias, o mejor dicho los integrantes de la Junta Electoral, deben dar a conocer el reglamento de la elección y el cronograma electoral que se desarrollará de aquí al 31 de octubre, el día previsto para que se abran las urnas. Hay muchos interesados en conocer los detalles finos de un proceso que, por lo general, tiene aristas polémicas pero, sea como sea, es el que pone en marcha “la interna en serio”. Hasta anoche no había confirmación del anuncio, que puede ser por comunicado o conferencia de prensa, algo que deben estudiar Olga Palmero, Pablo Vega y Luisa Pérez de Vargas, las tres personas que fueron designadas para integrar la Junta Electoral por decisión de quienes conducen el Partido. El cuerpo se completará con los representantes de cada una de las líneas que se presenten a la interna a nivel provincial.

 

Uno de los puntos clave de toda interna son los padrones. En este caso, es probable que sean entregados por la Justicia Electoral y no por el propio Partido Justicialista, lo cual alejaría planteamientos que, a esta altura de los tiempos, son archiconocidos, como que no están perfectamente depurados, tienen omisiones sospechosas, incluyen hasta los muertos o, por cualquier circunstancia, son considerados tramposos. Peor todavía si se considera que la última interna peronista en serio se remonta al 5 de enero de 2003. Desde entonces, han pasado más de 7 años de especulaciones, bajezas y chicaneos, lo cual despoja de legitimidad a todo aquel que se arrogue facultades de autoridad. Lo mejor será, entonces, hacer las cosas bien y de cara a la sociedad en general.

 

El manejo de los padrones por parte de la Justicia Electoral, por otro lado, se justifica doblemente porque ésta será una elección abierta, es decir que no solamente votarán los cerca de 50.000 afiliados que posee el peronismo, sino todos aquellos ciudadanos -sin afiliación alguna- que deseen participar. Ello obliga a realizar doble juego de padrones y, lo repetimos, es muy bueno que no los maneje una de las partes interesadas. Más claro: una de las principales garantías que demandan diversas líneas internas estaría asegurada.

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