KM 20/10

jueves, 23 de septiembre de 2010 00:00
jueves, 23 de septiembre de 2010 00:00

La semana pasada dimos a conocer el crecimiento que ha experimentado la cartera de créditos de la ex Capresca, el organismo que controla el juego en la provincia. Destacamos que el dinero aplicado a los préstamos a empleados públicos, duplica las cifras del año anterior y tiende a extender los montos por la gran demanda existente. ¿Es casual este fenómeno? De ninguna manera. Por el contrario, es el resultado ine-vitable de otro fenómeno que se ha instalado en Catamarca y que tiene características negativas para la gente. Se trata de las múltiples formas de usura que se practican en la provincia y que han terminado de exprimir los bolsillos, especialmente de jubilados y empleados públicos. ¿Cómo no van a ir entonces a la ex Capresca si se trata, por las tasas que aplican, del mejor crédito que pueden conseguir en plaza?

Más allá de las bondades del crédito oficial, al que el gobierno debería incrementar tantas veces como sea necesario, la cuestión de fondo es que Catamarca es tierra libre de controles en materia de prácticas usurarias. Cualquiera presta dinero, establece el interés que se le ocurre y está permitido cobrar como sea, con aprietes incluido. A nadie debe extrañar, entonces, que los empleados terminen cobrando miserias por tener el sueldo recortado por los créditos, los descuentos por tarjetas o las cuotas de la otra usura legal, la de los electrodomésticos que se venden “en cómodas y superpuntuales cuotas”. Si sumamos que los bancos nacionales sólo recaudan y no prestan un centavo a los catamarqueños, completamos un cuadro de terror.

A propósito del escándalo que giró alrededor de la hostería “Polo Gimenez”, como lo explicamos, se planteó la disyuntiva sobre a qué departamento pertenece el lugar donde se levanta el complejo. La discusión pasó por determinar, por ejemplo, si el recóndito paraje pertenecía a Valle Viejo, como la mayoría suponía, o a El Alto. Uno de los que habló fue Blas, quien dirige Catastro. Lo hizo respaldando al gobierno, pero no sabemos si le hizo un favor o no, porque el organismo a su cargo tiene un desprestigio más alto que las mismas cumbres de El Portezuelo.
 

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