El embajador ecuatoriano en Argentina, Eduardo Wellington Sandoval Córdoba, dijo a Clarín.com que la situación en su país ya está bajo control gracias al apoyo que recibió el presidente Rafael Correa de parte de la gente y del Ejército.

"En este momento declaró el estado de emergencia el Presidente, pero la situación está bastante controlada dado que cuenta con el respaldo del Ejercito y de la gente que ha salido a la calle", explicó. "Es cuestión de esperar a que depongan la actitud", agregó.

Con respecto a los rebeldes, explicó que se trata de "aproximadamente 800 policías" de los 41.000 que tiene Ecuador, y que detrás de ellos están los "movimientos sediciosos que no quieren los cambios que necesita Latinoamérica; son gente de los antiguos partidos políticos que han estados en otros gobiernos y que no han querido hacer los cambios que necesita nuestro pueblo".

La falta de policías generó problemas en las dos ciudades más grandes. "Hubo saqueos limitados en Quito y Guayaquil habida cuenta que la policía estaba en los cuarteles; como las calles estaban vacías se aprovecharon los delincuentes que hay en toda gran ciudad", dijo Sandoval. Y señaló que "eso ha sido controlado, la policía ha salido a controlar las principales ciudades".

El gobierno de Ecuador decretó esta tarde el "estado de excepción en todo el territorio nacional" y con él delegó a las Fuerzas Armadas las responsabilidades de seguridad interna y externa del país, ante el "frustrado golpe de Estado", como fue calificada la insubordinación de las tropas policiales.

Esta mañana, elementos de tropa de la Policía se insubordinaron en el Regimiento Quito, el mayor de la capital, en una medida que se extendió por todo el territorio ecuatoriano. Reclaman que se les restituyan bonos y condecoraciones eliminadas con la aprobación de la Ley de Servicio Civil, de iniciativa oficial.