Los candidatos a la Presidencia de Brasil peleaban ayer cada voto en las principales ciudades del país y en un debate televisado, en el último día de campaña para las elecciones del domingo, a las que la oficialista Dilma Rousseff llega como clara favorita.
La ex jefa de gabinete Rousseff, el socialdemócrata ex gobernador de Sao Paulo José Serra y la ex ministra de Medio Ambiente Marina Silva, del Partido Verde, multiplican apariciones públicas.
Con encuestas estancadas tanto para Rousseff, que con un 47-50% ganaría en primer turno, como para Serra, quien con un 26-28% quedaría en un modesto segundo lugar sin posibilidades de pelear la Presidencia, sólo Silva ha logrado capitalizar los últimos días de campaña para crecer hasta un 13-14% de las intenciones de voto.
La última encuesta divulgada este jueves, de la encuestadora DataFolha para el diario Folha de Sao Paulo, dio a Rousseff 47% de las intenciones de voto para el domingo.
Ese 47% de la intención de voto garantiza a la delfina del presidente Lula el 52% de los votos válidos (descontando blancos y nulos), suficientes para la victoria en primer turno, para la que es necesario 50% más uno de los votos considerados válidos o pasibles de ser escrutados.
 

"Para llegar a un segundo turno, Rousseff tendría que perder 6,3 millones de electores hasta el domingo, lo cual es muy improbable", dijo el miércoles Ricardo Guedes, director de la encuestadora Sensus, después de que el anterior estudio de Datafolha diera a Rousseff con algunos puntos de caída en las intenciones de voto.
La ex todopoderosa jefa de gabinete de Lula, de 62 años, tiene previsto votar en Porto Alegre (sur) el domingo, para luego volar a Brasilia en donde esperará los resultados junto al mandatario, confirmó su campaña a AFP.